Por Pablo Arahuete
Reseña: Lejos de tratarse de un drama de familia disfuncional, tópico que pulula en propuestas europeas, el eje de este film se concentra básicamente en los abusos de poder de los servicios sociales suecos y su prejuicio hacia todo lo extranjero.
Entre otras cosas, el planteo que ocupa la atención del director Dariusz Gajewski diversifica el punto de vista de Ula, la niña de siete años protagonista y el de sus padres Basia y Marek. La búsqueda de posibilidades de un bien estar económico no alcanzado en su Polonia natal los lleva a caer en las redes del estado y en la desprotección absoluta cuando se los acusa de maltrato infantil.
Sin maniqueísmos, con crudeza y despojado de todo golpe bajo, El cielo
extranjero invita al público a la reflexión sobre determinadas falencias de lo que se llama justicia y expone sin tapujos los abusos del poder del estado y la falta de resolución por vías institucionales de problemáticas cotidianas como la que desarrolla este film.
Dirección: Dariusz Gajewski – Año: 2015 – Duración: 107 minutos – País: Polonia, Suecia – Intérpretes: Agnieszka Grochowska, Bartłomiej Topa, Barbara Kubiak
Sinopsis: Un matrimonio polaco y su hija llegan a Suecia en busca de una vida mejor. Marek comienza a entrenar un equipo de fútbol femenino. Basia trabaja ocasionalmente como masajista y se ocupa de la casa. A la joven pareja le resulta difícil adaptarse al nuevo medio, en tanto que Ula, de siete años, se acomoda rápidamente a la nueva vida y es la única de la familia que comienza a hablar en sueco. El matrimonio de Basia y Marek está lejos de ser ideal, ha habido romances, falta de comprensión, momentos de dudas. Ula sostiene esa relación, pero no es su único apoyo. Cierto día la niña cuenta en la escuela una historia inventada, por lo cual en la casa aparece un trabajador social. La ola de sucesivos malentendidos provoca que la niña sea apartada de los padres y vaya a dar a una familia sustituta.
Desde ese momento comienza una lucha desigual de los padres con el sistema sueco. Suecia pasa de la tierra prometida a ser un país hostil y extraño simbolizado por la desalmada empleada estatal. Sintiendo impotencia y temor Basia y Marek comienzan una lucha de resistencia para recuperar lo que había sido la base de su hogar.
