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miércoles, 24 abril 2024
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Breton Rouch en el Doc Buenos Aires

No es la primera vez que Stéphane Breton forma parte del DocBuenosAires, pero sí la primera que vendrá a presentar personalmente sus últimas películas. Este antropólogo y cineasta viene trabajando la imagen, desde sus inicios como realizador, con el propósito de aportar su mirada sobre quienes viven en los más variados rincones del planeta, retratando así la vida humana en sus múltiples formas y condiciones. Lo importante para Breton es estar “del buen lado de la mirada” como parte de la construcción del encuentro con los otros: “Me gusta nadar en el acuario, no mirar los peces desde afuera”, señalaba en algún reportaje.

Breton utiliza la cámara como una manera de instalarse en esa diversidad que filma para sentirse al mismo tiempo “como en casa”. Conocedor de la poesía en lo ordinario, su cine trabaja la puesta en escena desde la condición de la reciprocidad y no desde el poder autoral. A Breton le gusta observar, pero también ser observado, y estar junto a la gente compartiendo, como buen antropólogo, sus vidas y sus hábitos, sus carencias y sus peleas. Es un cultor del gesto cotidiano que indaga precisamente en el detalle de lo minúsculo para mostrar que mirar al otro es también mirarse a sí mismo. Compartir la mirada para cons­truir esa relación que permite que surja la imagen, un método de Jean Rouch desde sus primeras películas, que resulta ser el mot d’ordre del cine de Stéphane Breton.

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En esta edición el DocBuenosAires presenta varios trabajos realizados en el período que va desde 2010 hasta la actualidad. El ascenso al cielo fue rodado en un valle del Nepal y sigue a dos viejos pastores que se evaden de su pueblo para ganar las alturas; en su camino, van descubriendo su propio mundo. Los desaparecidos es una breve pieza de solo siete minutos que es contemporánea y fue filmada en el mismo viaje de Algunos días juntos, en donde se explaya, en un largo relato, acerca del trayecto en un vagón de tercera clase a través del invierno ruso. Un recorrido lleno de encuentros que lo acercan a un mundo de personajes que suben y bajan de ese tren, y que nos lleva de la mano por las historias de esos hombres y mujeres simples, tan alejados de nuestra geografía que apenas pensamos en su existencia. En Los bosques oscuros, admirado sin duda por ese entorno en el que vuelve a filmar de tanto en tanto, Breton relata el otoño siberiano donde se esconden y refugian hombres que son presa de la miseria y el alcohol, rescatando, ante todo, su humanidad. Querido humano es, en cambio, un ensayo realizado en el cruce entre la fotografía y el relato íntimo y reflexivo que explora el deseo y los límites de la historia. Y, finalmente, presentamos el estreno de Hijas del fuego, una película que sigue la vida cotidiana de un grupo de mujeres kurdas combatientes en algún lugar del frente en Siria. Una narración que nos permite asomarnos a uno de los conflictos más terribles de nuestra actualidad, de manera diferente. Un film donde la imagen de la guerra se adivina en los límites del encuadre, como debe leerse todo el cine de Breton.

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Hijas del fuego, lo nuevo de Stephane Breton.

 

EL ASCENSO AL CIELO / Ascent to the Sky /La Montée au ciel

Stéphane Breton, Francia, 2010, 52’

En la hondonada de un valle de Nepal, al final de un camino utilizado por tantos siglos y tantos pies, dos viejos pastores se evaden de su pueblo brahmán para ganar las alturas: mierda en todas las esquinas de la calle, pureza de los corazones, deslumbramiento.

 

LOS DESAPARECIDOS / The Departed / Les Disparus

Stéphane Breton, Francia, 2014, 7’

Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar. Dormir. Andar.

 

LOS BOSQUES OSCUROS / Dark Forests / Les Forêts sombres

Stéphane Breton, Francia, 2014, 52’

Al final de la ruta hay un camino, el último, un camino empantanado con el barro de un otoño siberiano. Y al final de ese camino hay un gran bosque oscuro donde se esconden los que lo convirtieron en su último refugio, en caseríos que cada día se deterioran un poco más, destruidos por la miseria y el alcohol. Tenemos que viajar lo más lejos posible y estar preparados para caer en la zanja, y así saber qué nos hace humanos.

 

ALGUNOS DÍAS JUNTOS / A Few Days Together / Quelques jours ensemble

Stéphane Breton, Francia, 2014, 90’

Un largo viaje en el vagón de tercera clase sobrecalentado de un tren lanzado a través del invierno ruso a la velocidad del galope de un asno, en compañía de un ex soldado de tanques del Ejército Rojo encontrado por casualidad en la cucheta de enfrente, y que se convierte en el comentarista de las cosas y las personas. Los personajes más increíbles suben y bajan, comen, charlan, fantasean y, sobre todo, cuentan su vida destrozada.

 

QUERIDO HUMANO / Dear Human / Chère humaine

Stéphane Breton, Francia, 2015, 40’

¿Alguna vez vio en la esquina de una calle un espectáculo extraño destinado a usted, que solo usted podía comprender, una aparición? Sí, una aparición. ¿Y vio pasar a una mujer delante de usted sin que lo mirara, como un velero? Sí, sin mirarlo. Respóndame francamente. ¿Qué pensó la última vez que se cruzó con una mujer que lo miraba a los ojos? Sí, a los ojos. Creyó que ella lo amaba, ¿verdad?

 

HIJAS DEL FUEGO / Fire’s Daughters / Filles du feu

Stéphane Breton, Francia, 2017, 80’

Perseguidos por enemigos implacables –el Estado Islámico, el ejército turco y las tropas del régimen de Bashar Al-Assad–, los kurdos de Siria se rebelaron, y tanto mujeres como hombres tomaron las armas. La película los sigue en su vida cotidiana durante siete meses.

 JEAN ROUCH (1917-2004), A CIEN AÑOS DE SU NACIMIENTO

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 Antropólogo, etnógrafo y cineasta, Jean Rouch es considerado el principal referente del cinéma-vérité francés. Sus trabajos superaron las limitaciones de géneros y disciplinas, convirtiéndose en verdaderos ensayos visuales que dejaron una huella profunda en el cine moderno. Su filmografía es extensa –más de 120 películas– e inclasificable.

El DocBuenosAires tiene el honor de presentar este año, en el centenario de su nacimiento, una selección de cinco trabajos que recorren la diversidad de temas que abordó a lo largo de su vida. Yo, un negro narra la historia de unos jóvenes nigerianos que dejan su hogar para ir a buscar una vida mejor en Costa de Marfil. Desarraigados, llegan a Treichville, en Abiyán. El protagonista, que relata su historia en primera persona, se hace llamar Edward G. Robinson, mientras sus amigos toman otros seudónimos para crear una nueva personalidad ideal. Yo, un negro indaga cómo la ficción revela significados mucho más profundos de la realidad y nos presenta la mirada reflexiva y sin jerarquías de la anthropologie partagée.

Durante el verano de 1960 en París, la experiencia de Crónica de un verano, junto a Edgard Morin, fue, en todo sentido, un experimento donde las motivaciones de los autores y los protagonistas cobran una relevancia central frente a las convencio­nes existentes sobre la función del realizador, el sujeto filmado y la audiencia. La primera proyección de la película fue para sus protagonistas. Mientras debaten sobre lo que han visto en pantalla, comprendemos que el cinéma-vérité habla más de los modos de construir el mundo que del mundo en sí mismo.

La crítica a la sociedad francesa de aquellos años también se encarna en Las viudas de 15 años, donde se reflexiona sobre las adolescentes parisinas que formaban parte de la cultura musical yé-yé. Un movimiento encabezado principalmente por chicas jóvenes como France Gall, ganadora de Eurovisión 1965. Se nos propone desetnologizar la mirada sobre el cine llamado comúnmente etnográfico y, a su la vez, de-construir la retórica cinematográfica, y en especial la documental, renovando así la propia antropología.

La diversidad de temas y miradas que abordó Rouch a lo largo de su extensa filmografía se ponen de manifiesto en trabajos como el del largometraje Brise-glace : Bateau givre. Fue un pro­yecto colaborativo en tres partes que explora la vida cotidiana de los marineros de un rompehielos. El origen de esta obra fue un encargo del Ministerio de Relaciones Exteriores francés y del Swedish Film Institute, con el objetivo de documentar las actividades de un barco sueco. Fue realizada en tres partes, a cargo de Raoul Ruiz, Titte Törnroth y Jean Rouch. En la apertura, Rouch propone una mirada donde se abandonan los comentarios para presentar una cámara bajo los principios del cine directo, que nos introduce en un mundo de hielo.

Finalmente, Mosso, mosso – Jean Rouch como si…, de Jean- André Fieschi, retrata el mundo de Rouch y el cinéma vérité a través de una regla que éste aprendió entre los dogones y se convirtió en su norma de vida: hacer “como si”. Hacer como si es hacer como si lo que se cuenta es verdad. Una invitación a la fabulación que sirve de punto de partida para la película que Rouch, junto con sus amigos Damouré y Tallou, está rodando a orillas del río Níger. Retomando la idea de Lam, uno de los le­gendarios amigos que ya no está, pedirán permiso a su espíritu para rodar la historia de La vaca maravillosa.

Un homenaje que nos debíamos

YO, UN NEGRO / I, a Negro / Moi, un noir

Jean Rouch, FRANCIA, 1958, 70’

Un grupo de jóvenes nigerianos dejó las zonas del interior para ir a buscar trabajo en Costa de Marfil. Terminaron en Treichville, un barrio popular de Abiyán, desarraigados en medio de la civilización moderna. El héroe, que se hace llamar Edgard J. Robinson en honor al actor norteamericano, cuenta su historia. Igual que los seudónimos destinados a forjarlos simbólicamente, sus amigos adoptaron una personalidad ideal. Premio Louis Delluc 1959.

 

CRÓNICA DE UN VERANO / Chronicle of a Summer / Chronique d’un été (Paris 1960)

Jean Rouch, FRANCIA, 1961, 85’

En 1960, Jean Rouch y Edgar Morin intentaron una experiencia cinematográfica. Un ensayo de “cine verdad” vivido al mismo tiempo por sus autores y actores –hombres y mujeres de distintas edades– que contiene lo esencial de la felicidad: la tensión inextricable entre la poesía y lo trivial de nuestra existencia. Durante el verano de 1960, Jean Rouch y Edgar Morin indagaron sobre la vida cotidiana de los parisienses. ¿Eres feliz? ¿Cómo vives? Ésa es la pregunta.

 

LAS VIUDAS DE 15 AÑOS / The 15-Year-Old Widows / Les Veuves de 15 ans

Jean Rouch, FRANCIA, 1965, 25’

Jean Rouch observa la conducta de dos chicas muy jóvenes de la sociedad “yé-yé” parisiense y sigue sus aventuras. La vida cotidiana de dos muchachas del distrito 16 que, entre la familia y los amigos, buscan la felicidad y el amor. Presentado como un ensayo sobre los adolescentes de París, este film estigmatiza la despreocupación y trivialidad de la juventud burguesa de los años 60.

BRISE-GLACE : BATEAU GIVRE

Jean Rouch, FRANCIA, 1987, 35’

Además de un largometraje, Brise-glace fue, en 1987, la primera composición de medios, una construcción de obras que pone en juego los principales medios de expresión. En esta película fantástica se tejen tres historias donde el hielo desempeña un rol central, y el rompehielos se convierte en una extraña embar­cación que vaga por los confines del mundo. Bateau givre, de Jean Rouch, cumple con los principios del cine directo. Sin el artificio de un comentario y sin la ayuda de un tercer lenguaje, Rouch descubre con su cámara los trabajos y los días del rompe­hielos y de los hombres de su tripulación.

 

CINÉMA, DE NOTRE TEMPS: MOSSO, MOSSO – JEAN ROUCH COMO SI… / Cinéma, de notre temps : Mosso, Mosso – Jean Rouch as if…

Jean-André Fieschi, Francia, 1999, 73’

Este encuentro con Jean Rouch se mantiene en la precisión del como si, donde evoca lo que para él se ha convertido en regla de vida y también de cine: haciendo como si, estamos mucho más cerca de la realidad. Y mientras que Jean Rouch, rodeado de sus amigos de siempre, Damouré y Tallou, hace como si filmara una película llamada La vaca maravillosa, Jean-André Fieschi encuentra la manera de identificar al hombre y su método, y suscribe aquí un homenaje emotivo habitado por el espíritu del director.

 

 

SEDES:
CINE.AR GAUMONT: Av. Rivadavia 1635, entrada $ 40

SALA LEOPOLDO LUGONES – Complejo Teatral de Bs As: Corrientes 1530, entrada $ 40  – $20 para estudiantes y jubilados CENTRO CULTURAL SAN MARTÍN: Sarmiento 1562, entrada $ 40 (las funciones de 360 son gratuitas)

ALIANZA FRANCESA DE BUENOS AIRES: Av. Córdoba 946, entrada libre

La muestra se realiza con el apoyo del INCAA, la Embajada de Francia, la Sala Leopoldo Lugones, la Fundación Cinemateca Argentina, la Alianza Francesa de Buenos Aires, German Films, el Goethe-Institut de Buenos Aires y el Instituto Francés.
Más info: www.docbsas.com.ar

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