back to top
sábado, 23 noviembre 2024
InicioCríticaAtando cabos: Viaje al fin del mundo

Atando cabos: Viaje al fin del mundo

Por Omar Tubio

Basada en la novela de E. Annie Proulx y ganadora del premio Pulitzer, Atando cabos es la prueba fehaciente de que no siempre las grandes novelas llegan a ser grandes películas. Lasse Hallström, un director sueco afincado desde hace años en Hollywood y autor de películas tan interesantes como Quién ama a Gilbert Grape? (1993), Mi querido intruso (1995) o Las reglas de la vida (1999) esta vez se las ve con un material difícil de adaptar a la pantalla y comete el mayor traspié de su carrera.

Quoyle es un hombre mediocre que ha venido sufriendo humillaciones desde que nació. Desde un padre que lo obligaba a aprender a nadar casi ahogándolo a un trabajo rutinario y aburrido como fijador de tinta en un periódico de mala muerte. Por causas fortuitas se le cruza en el camino una prostituta (Blanchet) que literalmente invade su vida y se la transforma. Pero nada cambia para el pobre de Quoyle que sigue sufriendo desplantes y desamor, pero ahora con una hija a cuestas. La mujer muere trágicamente y cuando el mundo se le viene encima a nuestro héroe, aparece de la nada una vieja tía, hermana de su padre (Dench) que le asegura que la mejor solución para sus problemas es mudarse a la tierra de sus antepasados y volver a encontrarse con sus raíces. Dicha tierra se encuentra bien lejos, casi en el fin del mundo (Terranova) un lugar frío e inhóspito que alberga un pequeño pueblo de pescadores y un montón de secretos ocultos entre sus habitantes.

No vamos aquí a adelantar las muy variadas e increíbles historias que se tejen entre los pobladores, pero nuestro querido Quoyle poco a poco irá encontrando su identidad y un sentido a su vida. A esto lo ayudará una mujer (Moore) de la que se enamorará y que también sobrelleva una pesada carga a cuestas.

Como se verá, material para un melodrama de aquellos es lo que sobra. De a ratos se asemeja bastante a un culebrón latinoamericano. Leyendas ocultas, incesto, violaciones, adulterio, asesinatos, niñas con poderes paranormales y hasta muertos catatónicos, forman un cóctel difícil de digerir para cualquiera que quiera tomarse en serio una historia que de seria poco tiene.

Frente a esto, los actores, que han hecho mejores cosas en el pasado, hacen lo que pueden. Kevin Spacey ridiculizado con un peluquín espantoso que pareciera incomodarlo durante toda la película imprime a su Quoyle de toda la humanidad posible, Julianne Moore pasea su lánguida belleza y Judi Dench impone presencia a un personaje difícil y de importancia vital para la historia. Cate Blanchet es la que sale mejor parada, quizás porque su personaje desaparece a los diez minutos, pero la australiana demuestra porque es una de las actrices mas solicitadas del momento.

Técnicamente el film es irreprochable en todos sus rubros pero lamentablemente esto languidece frente a los baches narrativos y a lo absurdo de un guión pobre y aburrido.

En resumen, gélida como su locación.

Título: Atando cabos.
Título Original: The Shipping News.
Dirección: Lasse Hallström.
Intérpretes: Kevin Spacey, Julianne Moore, Judi Dench, Cate Blanchett, Pete Postlethwaite, Scott Glenn, Rhys Ifans, Jeanetta Arnette, Larry Pine, John Dunsworth y Roman Podhora.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 111 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 11/04/2002.

Puntaje: 4 (cuatro)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Hereje: Cuando la fe está en juego

San Pugliese: Como nombrar al pueblo

Dueto: Amigos para siempre

Tiempo de pagar: Zafar a toda costa