Por Juan Blanco
Stuart Little, el ratoncito con la voz y los movimientos de Michael J. Fox está de vuelta. Ahora ya amoldado a la gran familia Little, ya sin prólogos, ni pruebas que pasar hasta ganarse la confianza de los humanos, sino como un miembro más de una familia que no hace diferencias. Incluso el ratoncito comparte la mesa familiar, va a la escuela, juega a la pelota y hasta maneja su convertible por la calle sin que nadie se asuste o lo mire raro.
Lo cierto es que cuando el realizador M. Night Shyamalan (Sexto Sentido, Señales) escribió el guión de la primera Stuart Little, lo hizo pensando en los niños, aunque de la manera más adulta imaginable que los pequeños pudieran procesar. La idea era la de inculcar a los chicos el respeto y la ayuda al prójimo, y enseñarles a no hacer diferencias con nadie. Por eso Stuart Little es un ratón huérfano adoptado por una familia de humanos, que se desenvuelve por el mundo como si fuera un ciudadano más. Por arbitraria que parezca, la idea de Shyamalan era noble y por sobre todo respetuosa hacia los más chicos. Y funcionó de maravillas.
Ahora, para la secuela de Stuart Little Shyamalan ya no se encontró tras los libros, pero sus personajes continuaron en manos de gente que supo hacer justicia al mundo que aquel primero habría hecho posible. En este caso, Stuart tiene el desafío de hacer amigos nuevos, ya que por más que se esmere por dar la talla con los de su hermano, es muy
pequeño e incapaz de seguirle el paso a los humanos. En eso conocerá a una pajarita en problemas, a quien salvará de las garras de un halcón malvado, y con la que luego entablará aquella amistad soñada. Sólo que más tarde Stuart también descubrirá un par de sorpresas de su nueva compañera, que pondrán en peligro su relación con ella. Pero llegado el momento, el ratoncito demostrará que no carece de capacidad de resolución, y que una buena educación y mucho poder de voluntad pueden con cualquier obstáculo.
Y sí, Stuart Little 2 sigue siendo tan para chicos como la primera, y quizás aún más. Sólo que por delante de esa estructura didáctica se levanta una técnica impecable, que convence de que lo que se ve en pantalla tiene su debida razón de ser, y de que si Stuart lo dice, entonces debe ser cierto y debemos hacerle caso. Su realismo y la perfecta convivencia entre los personajes de carne y hueso y la animación tridimensional compensan lo arbitrario del texto, haciéndolo factible y auténtico. Por eso no molesta lo que acontezca, ya que el cómo termina superando el qué, tanto para los más chicos (felices como chancho con dos colas), como para los adultos (involuntariamente estupefactos).
No obstante, no todas son enseñanzas a nivel kinder; también hay sarcasmo al por mayor para los más peludos, gracias a la rapidez de Nathan Lane (el gato Snowbell) para mandarse algunos chistes que los chicos no llegarán a captar tan rápido. Respecto de las voces, restan James Woods como el halcón Falcon y Melanie Griffith como Margalo, la amigovia del diminuto Little. Todos ellos, una joya.
Para ver en familia y disfrutar como más convenga, Stuart Little 2 devuelve el tiempo y dinero invertido por todo tipo de espectador, generando su buena cuota de asombro y sonrisas de todos los tamaños.
Título: Stuart Little 2.
Título Original: Idem.
Dirección: Rob Minkoff.
Intérpretes: Geena Davis, Hugo Laurie y Jonathan Lipnicki, más las voces de Michael J. Fox, Melanie Griffith, Nathan Lane y James Woods.
Género: Aventura, Comedia, Animación.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 82 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Columbia.
Fecha de Estreno: 18/07/2002.
Puntaje: 7 (siete)
