Por Juan Blanco
Blade está de vuelta, y Wesley Snipes se muestra más esmerado que nunca. El secreto es que su personaje tiene algo que lo pone de la cabeza: le encanta interpretarlo, y se le nota en la manera de moverse y en esa contenta expresión del rostro. Por consiguiente, Blade II ya posee una virtud inmensa gracias a la convicción que transmite su estrella, esta vez -y para mejor- a la orden del director Guillermo del Toro (Mimic, El espinazo del diablo).
Blade es uno de los superhéroes más contradictorios al tiempo que divertidos de la historia del comic-book. Es un cuasi-vampiro (mitad nosferatu/mitad humano) que detesta su naturaleza híbrida pero que disfruta enormidades haciendo uso de sus habilidades sobrehumanas. Aunque no lo hace en un ejercicio indebido de su fuerza (aunque un poco gratuito quizás), sino precisamente haciendo justicia y exterminando a lo que él más odia: a los vampiros, raza que amenaza a los humanos y responsable de que él haya nacido con colmillos afilados. Ahora, El Diurno (como él se reconoce con orgullo a través de sus contrincantes por poder caminar a la luz del día) enfrenta a una nueva mutación de chupasangres, más mortal, más odiosa. Y la única forma de derrotarlos será haciendo una tregua -provisoria- con sus enemigos deportivos, ya que Blade, por más super cazavampiros que sea, no puede lograrlo solo.
Así que de este modo arranca la segunda. Otra vez secundado por su compañero de emociones Whistler (Kris Kristofferson, más agresivo y poco cariñoso que en la anterior), más un colega nuevo (también humano) y una elite de vampiros/as guerreros/as, Blade emprende esta nueva cruzada que encierra más ambición en contenido que la primera: hay más gore, peleas más largas y violentas, monstruos más horribles, sustos más grandes, efectos especiales más ostentosos y un trabajo de sonido que pone los pelos de punta. Y en definitiva Blade II es más o menos eso: una película de acción, terror y aventuras promovida por los excesos. Sólo que contrario a la idea de que segundas partes más estruendosas que la primera no aseguran necesariamente su eficacia, en Blade II la desproporción en manos del genial narrador Guillermo del Toro aporta justo lo que esta secuela necesitaba para mostrarse soberbia. Los excesos no sólo le reportan más rasgos estéticos propios de la historieta (cosa que la primera no tenía, en especial en las secuencias de lucha), sino que a fin de cuentas la terminan ayudando a superar sus convencionalismos a fuerza de humor y de un ritmo sostenido que no da tregua. Todo gracias a Snipes y a Del Toro.
Película pochoclera confesa desde los títulos, Blade II no deja de ofrecer de manera indiscutida pura diversión desde los primeros fotogramas hasta sus últimos segundos de cinta.
Título: Blade II.
Título Original: Idem.
Dirección: Guillermo del Toro.
Intérpretes: Wesley Snipes, Kris Kristofferson, Norman Reedus, Leonor Varela, Ron Perlman, Luke Goss, Matt Schulze, Thomas Kretschmann, Danny John Jules, Tony Curran, Donnie Yen y Santiago Segura.
Género: Secuela, Acción, Terror, Ciencia-ficción.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 117 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 01/08/2002.
Puntaje: 8 (ocho)