Por Juan Blanco
Más allá de lo circunstancial que resulta todo el asunto de los códigos en Códigos de guerra, bien vale destacar que los pormenores de esta última película del director de M:I-2 se traducen en serias cuestiones de codificación y un consecuente choque de criterios cinematográficos.
Según los códigos que rigen al cine de John Woo, existe la posibilidad de que los personajes siempre tengan tiempo de mirarse a los ojos -y decirse con ello un millón de cosas- mientras que un contexto de violencia los envuelve en llamas. Sus películas juegan con el verosímil como si fuera una indestructible bandita elástica, y la estiran, y la estiran, sin que nunca se rompa. Y en definitiva uno termina comprando o dejando el producto en la góndola, ya que se adhiera o no al inverosímil universo Woo siempre se lo sabe inofensivo, netamente artesanal y coherente a su manera.
Por su parte, el cine bélico también tiene sus códigos, aunque un tanto más rigurosos que los del Mundo Woo. Es un género usualmente dramático que pide a gritos un registro solemne, ya que el soporte histórico sobre el que 
descansan sus anécdotas condiciona sobremanera el tono con que se puede narrar un cuento dentro del contexto de la guerra. Y como si fuera poco, en términos ideológicos –algo infaltable en cualquier película bélica- se trata de un género tendencioso, y que implica algún tipo de compromiso discursivo.
Como consecuencia, Códigos de guerra, siendo nada menos que un John Woo de visita por la Segunda Guerra Mundial, ya califica de antemano como un viaje sin escalas al fracaso, y sólo de ida. Aunque si de acción se trata hay que aclarar que Códigos de Guerra tiene mucha (y de la buena), John Woo se muestra tan fuera de contexto como se hubiese encontrado Takeshi Kitano en el mundo de Los picapiedra. Ese conocido y vanidoso despliegue gráfico con que nutrió a su cine desde sus comienzos, en Códigos de guerra resulta tan gratuito como ridículo, y tan desproporcionado como gracioso (John Woo no es Sam Peckinpah manejando la cámara lenta). Si se tratara de una anécdota de acción cualquiera dentro del contexto de la guerra quizás hubiese sido otra cosa, pero tratándose de un drama bélico el chiste cambia por completo.
Woo, estás para cosas más livianas… Nicolas Cage, por su parte, está muy bien.
Título: Códigos de guerra.
Título Original: Windtalkers.
Dirección: John Woo.
Intérpretes: Nicolas Cage, Adam Beach, Christian Slater, Peter Stormare, Noah Emmerich, Mark Ruffalo, Brian Van Holt, Martin Henderson, Roger Willie, Frances O’Connor, Jason Isaacs, Kevin Cooney.
Género: Acción, Drama, Bélico.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 134 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 12/09/2002.
Puntaje: 4 (cuatro)
