Por Juan Blanco
Hay ocasiones en que el interés en una película surge de un lugar que nada o poco tiene que ver con la anécdota concreta que la excusa. Casos en que el foco no se centra en los personajes ni en las acciones de los mismos, y no porque no se los llegue a encontrar interesantes o porque sus trivialidades no resulten cautivantes, sino porque hay algo más que se levanta por sobre la ficción.
En Las últimas órdenes, la calidad especulativa viene de la mano de un grupo de actores descomunales, que compran con su presencia independientemente de sus seudónimos cinematográficos, así como también de la historia de vida que les toca simular. Basada en una novela de Graham Swift, la última entrega del realizador australiano Fred Schepisi (La casa rusia) presenta a Michael Caine, Bob Hoskins, David Hemmings, Tom Courtenay, y a Helen Mirren en una road movie de luto elegante y sobria, parca por los avatares de la trama pero fina por donde se la mire, aunque no necesariamente grandiosa.
El drama arranca con la muerte de Jack (Caine) tras una agresiva enfermedad, y con el pedido hacia uno de sus mejores amigos, Ray (Hoskins), de esparcir sus cenizas en un lugar de gran valor emotivo para él. Jack era un humilde carnicero del sur de Londres, con una esposa maravillosa (Mirren) a quien no supo comprender como se merecía, con una hija deficiente (Laura Morelli) a quien prefirió en el olvido durante toda su vida, con un hijo comprensivo (Ray Winstone) al que nunca logró convencer de que siguiera sus pasos en la “profesión de la carne”, y con tres amigos de hierro (Hoskins, Hemmings y Courtenay) con quienes disfrutaba beber en la cantina del pueblo, aún cuando no existían ocasiones concretas para celebrar. Era un tipo simple, bastante querido y que ahora ya se empieza a extrañar.
Pero las últimas órdenes de Jack ya se hacen cumplir por el respeto y cariño que este viejo conflictuado se habría ganado con los años. Por eso sus tres amigos e hijo se suben al auto vistiendo de luto para cumplirle su deseo, y concretar el viaje que determinará la fidelidad de quienes lo conocían, lo trataban, y de aquel que lleva su misma sangre. El viaje entonces se convierte en un descubrimiento de secretos y sentimientos varios que circulaban alrededor de Jack sin que éste los advirtiera. Secretos que involucran a su mujer (quien hace un tiempo se venía rozando con su marido) con su mejor amigo, a su hijo en un trato resentido con el resto del grupo, y demás cruces que reconstruirán en retrospectiva la historia completa de un grupo heterogéneo que a fuerza de costumbre y camaradería se llegó a constituir de acero.
Los flashbacks van y vienen, los tiempos se alternan entre la juventud y la vejez (o madurez) de esta Brithish Band, pero el tono nunca cambia. Las situaciones que se acomodan para hacernos partícipes de toda una odisea de emociones desencontradas se suceden sin apuro, con una claridad de exposición bien inglesa, entre elegante y fría, aunque no con suficiente profundidad como para desentrañarlas. Si Las últimas órdenes tiene un desliz es en el desequilibrio que genera entre temas trascendentales (la muerte, los valores familiares, la amistad, la tradición, el adulterio, y algunos más) esbozados sin demasiado rigor, y en la presentación de un reparto único al que se llega a sentir desperdiciado y subestimado sin mucha conciencia.
No obstante, la coherencia estética y la presencia de semejantes íconos del celuloide hacen a un relato melancólico de buen gusto que, insisto, no deslumbrará con su contenido, pero que impone por otro lado; por ese que nos obliga a ver a Michael Caine y a Bob Hoskins por delante de los personajes que están interpretando; algo que, si bien extra cinematográfico, resulta de un agrado extraño y que vale la pena experimentar despreocupado.
Título: Las últimas órdenes.
Título Original: Last orders.
Dirección: Fred Schepisi.
Intérpretes: Michael Caine, Bob Hoskins, Tom Courtenay, David Hemmings, Ray Winstone, Helen Mirren y JJ Feild.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 109 minutos.
Origen: Reino Unido/ Alemania.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Columbia.
Fecha de Estreno: 03/10/2002.
Puntaje: 7 (siete)