Por Juan Blanco
El smoking es la mejor película americana de Jackie Chan, lo que no la hace necesariamente buena o relevante. Resulta que el tipo hace ya unos años que se salió de lo suyo (ese magnífico cine en Hong Kong), para adaptarse a esos métodos yanquis que hacen a un film de acción redituable, al menos dentro del estrecho perímetro norteamericano. Así se lo tuvo en Una pareja explosiva junto a Chris Tucker, y en su secuela Rush Hour 2 (con el tiempo se dieron cuenta de que el título original pegaba más que el invento infame para la primera), así como también en el semi western (?!) Shanghai Kid junto a Owen Wilson, y se lo verá en la inminente segunda parte de esta última, Shanghai Knights.
En el medio, por supuesto, Jackie se despachó con El smoking, una película donde los mejores momentos de “Mr who am I?” son los que lo muestran empilchado de etiqueta con el mismo atuendo que excusa al título. Todo porque el pobre e incomprendido Jackie (en el rol de taxista- chofer devenido en espía llamado Tong, James Tong) termina heredando de su jefe, que es una suerte de Bond americano y simpático (Jason Isaacs), un smoking tan especial como para convertir a cualquiera en espía seductor, luchador, experto en armas, explosivos, inteligencia militar y también en baile. Claro, cuando Jimmy se saca el smoking es un pescado que no sabe ni hablar bien inglés, pero cuando se lo calza para combatir al crimen es Jackie Chan, y patea, salta, canta, baila, y hace todo eso que tanto nos encanta disfrutar cada vez que este chinito simpático se viste de bufón para su público.
Lo injusto para el tonto de Chan (porque queda claro que él mismo contribuye a sus últimos entierros cinematográficos), es que la narrativa occidental y la misma estética que predica el cine de acción americano, le hacen el peor de los honores a sus habilidades como artista marcial, y como coreógrafo de acción. Es por eso que el talento de este Buster Keaton de las artes marciales que controlaba todo a su alrededor, y para el que la violencia era un inofensivo juego de niños, termina mutilado en una sala de montaje, donde su buen humor se convierte en causticidad y su destreza en cualquier pirueta de Jean-Claude Van Damme.
A favor de El smoking –y a diferencia de los otros despropósitos de Chan- se puede decir que siendo una película de espionaje al menos denota cierta chispa en su anécdota (cosa que al menos incita a seguir mirando), y que hay algunas secuencias realmente ocurrentes propias del universo Bondiano (cosa que compensa el asunto de las acrobacias de Chan fuera de campo). Como en todo film de espías, en este caso hay una chica Tong (Jennifer Love Hewitt) dispuesta a contribuir a la causa, aunque con el correr de las imágenes uno se percate de que –dicho por el mismísimo James Brown cameo mediante- lo único que tiene la niña son lindas… imagínense el resto.
Como extensión de la aclaración anterior, creo que vale afirmar que la aparición del Sr. Brown será digna de recordar hasta que la muerte lo separe del funky; si señores, Jackie Chan noquea de una trompada –por accidente- al único, al más grande, al de la peluca más ostentosa de la galaxia, James Brown. Pasen y vean rápido… no creo que a “la máquina sexual” le quede mucho tiempo más para “sentirse bien”.
Título: El smoking.
Título Original: The Tuxedo.
Dirección: Kevin Donovan.
Intérpretes: Jackie Chan, Jennifer Love Hewitt, Jason Isaacs, Debi Mazar, Ritchie Coster, Peter Stormare, Mia Cottet, Romany Malco, Daniel Kash, Jody Racicot, Boyd Banks y Scott Wickware.
Género: Comedia, Acción, Espionaje.
Clasificación: Apta para todo público, con reservas.
Duración: 98 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 05/12/2002.
Puntaje: 5 (cinco)