Por Juan Blanco
La primera vez que ví el afiche de No debes estar aquí pensé que era una comedia. Claro, al momento de enfrentarme a semejante cartel, el gesto de Pablo Echarri me pareció digno de una sesión de fotos tomada en joda, y para una película de características similares. 
Poco tiempo después me enteré de que se trataba de una película de suspenso con capital de Telefé y Patagonik en co-participación con España y Francia, y ya la cosa me asustó, porque entonces significaba que la cara de Pablo Echarri en el póster no era un gesto en solfa, sino un intento de expresión de horror ante algo que seguramente lo acecharía durante la experiencia, lo cual me pareció espantoso. Y no mucho después de crear semejante prejuicio, mis temores se confirmaron cuando acepté la invitación para ver la película (gratis, por supuesto) y terminé dándole absoluta razón a dicho prejuicio. El resultado: la misma “expresión de horror” de Pablo Echarri en el afiche, pero en mi rostro (aunque mis facciones no son ni remotamente similares, qué va?), y una voz en mi cabeza repitiendo sin cesar: “vete, no debes estar aquí!”.
En efecto, No debes estar aquí era una película de suspenso con suficiente dinero en la producción como para resultar estéticamente agradable. También una con Pablo Echarri haciéndose el asustado –con acento porteño-gallegado de por medio- ante una amenaza muy poco amenazante, pero de eso se trata el saber actuar, justamente de convencer al espectador de que ahí hay algo que en realidad no es real, así que lo perdonamos. Y además de lo de sus tecnicismos y su estrella protagónica, también me confirmó la sospecha de que probablemente fuera un proyecto heredero de Tesis, de Alejandro Amenábar, y no sólo en el tratamiento del suspenso, sino en los mismos cimientos de su anécdota. Pobre Amenábar, sepa disculpar mi paralelo, pero tan sólo es para beneficiarlo y no para ofenderlo.
Lo que ambos proyectos tienen en común es que trabajan sobre la intención de posibilitar dos leyendas urbanas populares, dos mitos. Tesis lo hacía con las películas Snuff (aquellas con violencia real, explícita y en vivo), intentando dar vida a su mítica existencia y metiendo a un grupo de jóvenes en el medio para corroborarlo, mientras que No debes
estar aquí hace algo parecido utilizando internet como un medio para reunir a desconocidos a través del chat; desconocidos que habrán de juntarse tras una propuesta anónima, para atravesar aventuras de alto riesgo y peligros varios. Desde ya, en una de éstas se meterá Pablito Echarri y algunos españoles descarriados, para tomar conciencia de que con internet no se jode, y con la muerte tampoco.
Después de un par de decesos en el grupo, en Pablo y compañía empezarán los julepes y alaridos (Pablo Echarri cuando no susurra, grita, y en ésta se la pasa aullando con ese acento híbrido tan feo), mientras que en el espectador –siempre más vivo que los protagonistas, y no porque esté mejor informado- empezarán las sospechas; algo que terminará en un juego de adivinanzas y aciertos obvios digno de acusar a No debes estar aquí de la previsibilidad más burda, y de la falta de respeto hacia la inteligencia del público más descarada de los últimos tiempos. No hay buenos sustos, no hay climas desesperantes, no hay diálogos perspicaces, no hay revelaciones sorpresivas, ni tampoco personajes intrigantes o persuasivos. Y no es porque la película no intente gozar de todos estos elementos y recursos, sino porque dos o tres pequeños cerebros (recuerden que se trata de una co-producción) no se pusieron debidamente de acuerdo para formar uno sólo y escribir un guión para adultos.
Título: No debes estar aquí.
Título Original: Idem.
Dirección: Jacobo Rispa.
Intérpretes: Pablo Echarri, Tristán Ulloa, Marián Aguilera, Pilar Punzano, Andrés Gertrudix, Carmen Jabonero, Juan Díaz, Marta Ambit, Luis Ciges y Rosa Estévez.
Género: Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 96 minutos.
Origen: España/ Argentina/ Francia.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 23/01/2003.
Puntaje: 4 (cuatro)
