Por Omar Tubio
El estreno de Analízame hace un par de años significó el encuentro con una comedia muy efectiva, con algunos gags realmente desopilantes y donde la mayor sorpresa y atracción la constituían la unión de dos actores en un principio muy disímiles entre sí, provenientes de diferentes escuelas de actuación, y que sin embargo en pantalla funcionaban a las mil maravillas gracias a la química que se establecía entre ellos. Estamos hablando, obviamente, de Billy Crystal y Robert De Niro.
Crystal, re-canchero en esto de la comedia, se hallaba como pez en el agua, componiendo a un psicólogo muy particular en vísperas de contraer matrimonio, al que el destino cruza con un mafioso en plena crisis depresiva que lo elige como su terapeuta. De Niro, como el mafioso, se adentraba en un género no muy frecuente en su carrera, mientras que la crítica en general saludaba su trabajo con una calurosa bienvenida, lo que hizo que el actor filmara posteriormente otras comedias, buenas en algunos casos (La familia de mi novia) pero bochornosas en otros (Showtime).
Esta suerte de secuela de Analízame es más de lo mismo, con la diferencia que el factor sorpresa es nulo, ya que conocemos de antemano a los personajes y la nueva trama no se diferencia mucho de la anterior. Se nota demasiado la necesidad de facturar en una continuación que no tiene razón de ser, y a pesar de que la dupla actoral siga funcionando
como atracción, hace agua en un guión tan chato como predecible y donde la efectividad de los gags descansa sobre todo en las ya cansadoras morisquetas de Mr. De Niro, a quien parece no importarle demasiado, en este caso, su trabajo como actor.
La anécdota ahora nos cuenta que al Dr. Sobel (Crystal), ya casado y en paz, lo llaman de la prisión estatal pidiéndole que se traslade en forma urgente hacia allí, ya que su antiguo paciente Paul Vitti (De Niro) está teniendo un comportamiento poco común (se lo pasa cantando canciones de West Side Story… ¿¿¿???) y necesitan su opinión profesional. En realidad se trata de una maniobra de Vitti para atraer a Sobel, ya que necesita salir en forma urgente de la prisión para averiguar por qué lo quieren matar. El anonadado psicólogo se ve forzado a llevarlo bajo su custodia para un tratamiento temporal, donde tratará de insertarlo en la sociedad buscándole un trabajo normal. Lo demás es lo que uno se imagina y poco más: los problemas que la presencia de Vitti origina a la paz hogareña de Sobel, los viejos compañeros de aquel que vuelven al ruedo, venganzas, persecuciones y tiros, para que todo vuelva a la “normalidad” en el típico happy end. Lisa Kudrow vuelve a ser de la partida, y una vez más, es como si no estuviera. Viendo cualquier capitulo de Friends uno lamenta su tan difícil inserción en el cine con esta clase de roles.
En definitiva, si algún lector guarda un buen recuerdo de Analízame, no se deje embaucar y en todo caso vaya a su video club amigo y gócela de nuevo. El viejo y publicitado dicho dice: “segundas partes nunca fueron buenas…” y aunque hay excepciones, este no es el caso.
Título: Analízate.
Título Original: Analyze That.
Dirección: Harold Ramis.
Intérpretes: Robert De Niro, Billy Crystal, Lisa Kudrow, Joe Viterelli, Cathy Moriarty, Anthony LaPaglia, Joe D’Onofrio, Joey Diaz, Callie Thorne y Gina Lynn.
Género: Secuela, Comedia.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 96 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 30/01/2003.
Puntaje: 3 (tres)
