Por Juan Blanco
En principio, el documental Tigrero: el film que nunca existió se excusa como una suerte de backstage de un film que, en efecto, nunca se concretó. Supuestamente dirigida por Samuel Fuller y con John Wayne, Tyrone Power y Ava Gardner confirmados en el reparto, Tigrero -a secas- iba a tener lugar a principios de la década del 50 como una bomba más de Hollywood, hasta que la burocracia de los estudios decidió ponerle fin por formalidades problemáticas con una aseguradora. Pero hoy el abismo entre la Tigrero jamás realizada y el documental encierra mucho más que un mero registro histórico sobre la vuelta al –casi- lugar de los hechos: comprende un emotivo estudio sobre el mismo fenómeno cinematográfico.
Cuando Fuller registró con su cámara hace 40 años lo que consideraba el perfecto contexto para su obra justo en las raíces del Mato Grosso, se encontró con algo extra que lo enamoró: la comunidad aborigen Karajá. Y pareciera que entonces su propósito cambió; el encuentro con su propia inocencia luego de fraternizar con esta gente maravillosa, hizo que con el correr de los años Fuller resignificara su profesión y aprendiera a no lamentar, como quizás podría haberlo hecho, la cancelación de su Tigrero. Este se llevó de Brasil mucho más que una anécdota tercerizada por sus estrellas de ficción; se volvió con toda una historia de vida protagonizada por un grupo de personas reales, dentro del cual se sintió tan vivo y honrado. Esa misma historia es la que cuenta hoy Mika Kaurismäki.
Por eso, Tigrero: el film que nunca existió quizás haya comenzado hace unos 10 años (es del 94) como un homenaje de Kaurismäki hacia Sam Fuller con aires de documental revelador de un pasado nunca olvidado. Sólo que hoy resulta otra sorpresa distinta, como de la que se hizo acreedor Fuller hace años cuando viajó por encargo de Hollywood. Ahora que Sam, este viejo simpático, no está entre nosotros, Tigrero… aún registra la vuelta a su experiencia con un Fuller a pura chispa explicándolo todo en una cálida charla-entrevista que le dispara el realizador Jim Jarmusch, su compañero de viaje; pero lo que surge de esa simple premisa es un contagioso diálogo abierto entre un maestro y su alumno (Jarmusch sería algo así como el heredero de la rebeldía artística de Fuller), en el que se transmite algo más que información: el amor por el cine, más precisamente por la eternidad que le confieren las imágenes a cualquier detalle y el recuerdo obligado que implican. Algo expuesto de la manera más conmovedora en la escena en que aquel realizador les muestra a los nativos sus registros en 16 mm de lo filmado cuatro décadas atrás. En ese momento, se llega a ser testigo del juego de identificación con el aparato cinematográfico más noble y romántico que pudo ofrecer el séptimo arte en muchísimo tiempo.
Título: Tigrero: El film que nunca existió.
Título original: Tigrero: A Film That Was Never Made aka Tigrero- elokuva joka ei valmistunut.
Dirección: Mika Kaurismäki.
Intérpretes: Samuel Fuller y Jim Jarmusch
Género: Documental, Drama.
Calificación: No disponible.
Duración: 75 minutos.
Origen: Brasil/ Finlandia/ Alemania.
Año de realización: 1994.
Distribuidora: Good Movies.
Fecha de estreno: 06/02/2003.
Puntaje: 9 (nueve)