Por Omar Tubio
Rosario, año 1986. Gerardo regresa a su ciudad luego de exiliarse por razones políticas. El motivo de la vuelta es conocer a su hijo de ya siete años que nació en cautiverio durante la dictadura militar cuando su madre fue secuestrada por un grupo de operaciones, algo que por aquellos años era práctica común en las calles de cualquier ciudad argentina. El niño ha sido recuperado por su abuela materna y está en pleno proceso de adaptación, lo cual hace aún más difícil el encuentro con su padre y sobre todo establecer el vínculo.
Pero Gerardo no sólo deberá afrontar esa complicada tarea, sino también el reencuentro con sus otros afectos: su propio padre, sus amigos, algún amor perdido, y por último el
poder exorcizar ciertos fantasmas y recuerdos que permanecen como una herida abierta.
Héctor Molina pertenece al mismo grupo que conforman Gustavo Postiglione y su plantel habitual de actores, y que de un modo u otro participan en este proyecto (Postiglione produce y algunas caras de El asadito o El cumple protagonizan el film), pero si en algo se diferencia esta película de las ya citadas, es en la ausencia de frescura, de espontaneidad, de personajes reconocibles. Ilusión de movimiento está muy lejos del desparpajo y la naturalidad que respiran los films de Postiglione; quizás por un guión más tradicional, por una historia que se ramifica en varios personajes y que termina por ser redundante, y por estirar su duración más de lo aconsejable con escenas totalmente innecesarias, que lo único que provocan es incomodidad en el actor y que éste luzca forzado y poco creíble. Curiosamente esos mismos actores que antes nos parecían fenomenales.
Quedan algunos momentos logrados, como los flashbacks del secuestro o ciertas escenas en solitario del niño Matías Grappa, pero el conjunto luce desabrido y de poco interés. Darío Grandinetti tampoco sale ganando -a pesar de su profesionalismo- en un personaje que lo obliga a un histrionismo exagerado que termina por ser irritante.
Este es un buen ejemplo para ilustrar la famosa y trillada frase: “a veces, las buenas intenciones no bastan”.
Título: Ilusión de movimiento.
Título Original: Idem.
Dirección: Héctor Molina.
Intérpretes: Carlos Resta, Matías Grappa, Darío Grandinetti, Mónica Alfonso, Tito Gómez, Raúl Calandra, Melina Mailhou, Juan Rodríguez, Mariana Gómez, Lucrecia Fontana, Carolina Minella y Gabriel De Lourdes.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 110 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2001/2003.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de Estreno: 20/02/2003.
Puntaje: 3 (tres)
