Por Juan Blanco
Malditas sean las comedias (pre-post) adolescentes paradójicamente infantiles, cuyas únicas ambiciones son sortear gags injustificados al por mayor. Malditas sean porque conocen las libertades del género y lo arbitrario de la risa misma, y se abusan de ello. Malditas sean porque crearon un dominio fastidioso a fuerza de números, y no de astucia o maña para explorar nuevos horizontes humorísticos. Malditas sean porque no logran su cometido; sólo nos hacen creer que lo están logrando.
En efecto, la risa es lo más gratuito del mundo. Por ejemplo, para crear suspenso o generar terror se necesita toda una composición atmosférica que lleve a palpar tales efectos. Para la ciencia ficción, el fantástico, la acción, el policial, y demás géneros cinematográficos, se necesitan una serie de elementos de puesta en escena, algunos más iconográficos que otros, para llegar a crear un universo determinado y generar determinadas reacciones primarias (o del tipo que sean) con ellos.
Pero para el humor no hay mínimos ni supuestos fijos. Sólo se necesita un gesto, un porrazo o una palabra fuera de contexto para reír tan sólo por un segundo abstraído del mundo. La comedia es el género más primario de todos, el más utilitario, el que menos depende de lógicas preestablecidas. Es más, a veces su efecto mismo descansa en la ruptura de ellas. Y quienes gestan films como Recién Casados lo saben y muy bien. Eso es lo trágico para el espectador, pero ese también es el riesgo que se asume desde su concepción.
Recién Casados no sólo no causa gracia por problemas de timing, de actuación, de dirección, y por millones de defectos técnicos más, sino también por la misma libertad desaforada con que creyeron poder justificar cualquier absurdo, sólo por tratarse de una comedia lisa y llana para comer pochoclo. Para ser una comedia absurda, por momentos busca demasiada narración lógica, y para creerse una de guión es demasiado estúpida, gratuita y escasa de causas y consecuencias, aún para el propio absurdo que pretende engendrar.
La historia recorre la luna de miel de dos idiotas que, en efecto, son el uno para el otro, pero que son tan idiotas que ni siquiera se dan cuenta de lo buenos (o malos) que son juntos. Ella, Brittany Murphy, vista en mejor forma en 8 Mile junto a Eminem, o bien en Los chicos de mi vida junto a Drew Barrymore, lejos su mejor película. El, Ashton Kutcher, el imbécil de Kelso de la sitcom de Sony That 70’s Show, un salame que no sabe ofrecer más que algunos de sus tics extendidos del mismo Kelso.
Para olvidar, para llorar, para desesperar, para ir con la pareja… e improvisar, para cualquier otra cosa menos para reírse, como una buena comedia lo merece, Recién Casados es una de las peores de la historia del cine, y lejos una de las peores películas del año.
Título: Recién casados.
Título Original: Just Married.
Dirección: Shawn Levy.
Intérpretes: Ashton Kutcher, Brittany Murphy, Christian Kane, David Moscow, Monet Mazur, David Rasche, Thad Luckinbill, Taran Killam, Raymond J. Barry, Toshi Toda, George Gaynes.
Género: Comedia, Romance.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 95 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 03/04/2003.
Puntaje: 2 (dos)