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sábado, 23 noviembre 2024
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En Construcción: No connection

Tras un brevísimo prólogo en blanco y negro con material fílmico de mediados del siglo pasado, abruptamente, se produce un salto temporal hasta 1996. El país: España. La provincia: Cataluña. El barrio: El Chino. Es un lugar de características muy distintivas donde conviven la precariedad de las viviendas, cierta marginalidad y por sobre todas las cosas sus habitantes, gente de trabajo humilde que día a día pulula por estas populares calles que, si buscamos alguna similitud en nuestro país, podríamos comparar con La Boca (hay algún rasgo folklórico común que las hermana).

Como excusa para realizar una radiografía general de este pobre reducto catalán, que contrasta con la opulenta y rica historia cultural de Barcelona, el director José Luis Guerín utiliza como punto de partida la construcción de un edificio que es parte de un plan de reforma que impulsan las autoridades locales para “mejorar” el barrio, atrayendo a familias de un poder adquisitivo superior. Claro que para llevar adelante este proyecto edilicio se desalojó a los antiguos moradores, previo pago de una cifra risible para que se reinstalen en otro sitio, y se procedió a la demolición de sus hogares.

Guerín plantó sus cámaras desde que se iniciaron las obras hasta que el edificio quedó concluido. En el medio registró todo tipo de situaciones cotidianas siguiendo con especial atención a un viejo marino jubilado, una joven prostituta –parecida a la tenista Arantxa Sánchez Vicario- y dos obreros marroquíes, que son los únicos que denotan alguna inquietud reflexiva de la boca para afuera. Con esta premisa, sin ser novedosa, se podía llegar a hilvanar un discurso crítico inteligente pero el asunto queda a mitad de camino porque, evidentemente, Guerín se enamoró de lo que filmó y no quiso soslayar en la edición unas cuantas morosidades que seguramente están ahí como secuencias de transición, pero que para el espectador son innecesarias (a nivel informativo no agregan nada). Y como estilísticamente no es esta una realización que recurra a la poesía, o por lo menos a determinado sesgo estético que la favorezca, cuando la narración aburre lo hace con ganas.

Comprensiblemente Guerín resolvió vertebrar su película apoyándose en los personajes reales, a los que hice alusión en el párrafo anterior. Resulta lógico estructurar el montaje haciendo hincapié en ellos porque son el finísimo hilo conductor que impide la estampida del público hacia la salida, dada la impresionante proliferación de hombres, mujeres y niños durante los excesivos ciento treinta minutos de metraje. En ese sentido el error más grave de Guerín es haber escogido al marino y a la prostituta, porque sus acotadas historias de vida nunca logran una conexión auténtica con el receptor del producto. En cambio, quizás por su condición de extranjeros o simplemente porque son más apropiados para desarrollar la idea del cineasta, los obreros africanos con su carga de misticismo ofrecen un festival de conflictos espontáneos que revelan mucho sobre ellos, pero también sobre los pobres catalanes a los que estos inquisitivos muchachos convierten en sufridos oyentes de deliciosas digresiones, que a veces los toca de cerca en sus apreciaciones y otras no tanto. Nótese cómo con cada aparición de los marroquíes En construcción se beneficia por un detalle dramático elemental: en la escena podemos advertir claramente un protagonista y un antagonista definidos. Lo demás es una mera sucesión de hechos en su inmensa mayoría insustanciales, cuando no banales, que son relleno para acceder al consabido final.

Meditar sobre los cambios provocados en el paisaje urbano y cómo eso incide en la gente es perfectamente válido, pero no creo que este alicaído y malogrado documental cumpla con tan ambicioso objetivo. Se ve el esfuerzo creativo, el tiempo empleado y hasta la buena intención, pero estos elementos no alcanzan para tornar recomendable un filme.

Título: En construcción.
Título Original: Idem.
Dirección: José Luis Guerín.
Intérpretes: Juana Rodríguez Molina, Iván Guzmán Jiménez, Abdel Aziz El Mountassir, Abdelsalam Madris, Antonio Atar y Juan López López.
Género: Documental.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 125 minutos.
Origen: España.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de Estreno: 29/05/2003.

Puntaje: 4 (cuatro)

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