back to top
jueves, 21 noviembre 2024
InicioCríticaDonde cae el sol: Angustia de un querer

Donde cae el sol: Angustia de un querer

Tras no pocos sinsabores el realizador Gustavo Fontán, de quien se conociera el pasado año su documental Marechal o la batalla de los ángeles, logró concluir la post-producción de su primer largometraje de ficción que ahora, afortunadamente, llega a los cines con su sensible descripción de seres solitarios, en permanente conflicto con los férreos dictámenes de una sociedad pacata que castiga a los que se atreven a salirse del molde para jugarse por sus sentimientos más profundos. Donde cae el sol es un retrato amargo, realista, pero no exento de poesía que potencia al máximo su mensaje por una maravillosa, tristemente póstuma, interpretación de Alfonso De Grazia que se entrega de cuerpo y alma a su querible y reconocible personaje de Enrique. Como en las buenas tragedias, los efectos catárticos se hacen presentes y el poderoso aporte del actor es el sostén principal para que esto suceda. Fontán ha confesado que cuando los contratiempos para terminar su modesto filme independiente lo frustraban hasta el punto de querer abandonarlo todo, el compromiso asumido tan apasionadamente por De Grazia lo obligaba a sacar fuerzas y seguir adelante. Su esfuerzo personal merecía el homenaje más justo: el de la difusión pública.

El guion está ambientado en el sur de la provincia de Buenos Aires, concretamente en Banfield, donde los protagonistas viven su contrariada historia de amor. El, Enrique, tiene 65 años pero es pura energía. Divide su tiempo entre el club del barrio y su humilde disquería. Vive con su hijo Marcelo, nuera y nieto en una pequeña casa de su propiedad. Ella, Clara (Mónica Gazpio), es una peluquera treinta años menor que se acaba de separar de su marido tras diez años de unión. Como Clara es la hija de un amigo íntimo, Enrique se cruza con ella en varias ocasiones y un día la invita a tomar un café. Ella accede y de aquí en más, paulatinamente, inician una relación donde la diferencia de edad nunca es presentada como un obstáculo para la pareja. Pero bastará con la intervención del padre de la chica y el hijo de Enrique para que el prejuicio entre en escena interfiriendo y poniendo en riesgo la felicidad de sus respectivos familiares.

La trama en sí misma es ésa, no hay nada novedoso o innovador como para destacar. No obstante, eso no implica que sea un libreto flojo o carente de méritos. Porque los tiene y son fáciles de identificar. Primeramente, es muy atípico encontrar un relato que transcurra en una localidad bonaerense como Banfield. No es la geografía habitual de la que tanto abusa nuestro cine. En segundo término, he aquí una historia de carácter universal que, a partir de su simpleza para describir sucesos cotidianos, se gana la adhesión inmediata del espectador quien se identifica plenamente con la justa causa de sus anti-héroes. Otro hallazgo son los diálogos que simplemente suenan veraces, libres de todo ornamento o artificio. Hay credibilidad en lo qué se dice y en cómo se lo dice. Mónica Gazpio es una Clara ideal, se muestra vulnerable o decidida según las circunstancias, complementándose conspicuamente con De Grazia y el elenco entero es un ensamble casi perfecto en el que no se observan notas discordantes. Hay un laburo serio, hay convicción en el material. Lo que sí se extraña es cierta solidez técnica porque a los problemas de sonido -se escucha y entiende todo pero no de la mejor forma- y edición se suma un exceso en el uso de la cámara en mano que impiden disfrutar la película con mayor intensidad. Pero son defectos lógicos, atribuibles a la precariedad de medios con la que se filmó.

Donde cae el sol desnuda las bajezas del género humano, sus altas y bajas pasiones, adoptando en su desarrollo una resignación por su sino cruel que es muy difícil de tolerar. Esa desesperanza se hace carne en uno y sólo la postrera imagen del nietito de Enrique pareciera abrir una puertita de ilusión para el no tan dulce porvenir.

Un filme argentino memorable.

Título: Donde cae el sol.
Título Original: Idem.
Dirección: Gustavo Fontán.
Intérpretes: Alfonso De Grazia, Mónica Gazpio, Rubén Ballester, Gloria Stingo, Federico Fontán, Osvaldo Cimaglia, Andrea Jaet, Esteban Fagnani, Pedro Abramian, Luis Abril, Norma Abril, María Astrada, Nahuel Barsi, Noelia Barsi y Gabriela Blanco.
Género: Drama, Romance, Cine independiente.
Clasificación: No disponible.
Duración: 84 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: No disponible.
Fecha de Estreno: 19/06/2003.

Puntaje: 8 (ocho)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES