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viernes, 1 noviembre 2024
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En un lugar de África: La amenaza fantasma

Parafraseando una famosa canción del actor, cantante y showman americano Meat Loaf: dos de tres no está mal, fraülein Link. La breve filmografía de esta realizadora germana comprende los títulos Las voces del silencio (1996), Annalouise y Antón (1999) y la que nos ocupa, En un lugar de África (2001). El primero y el último fueron nominados en 1998 y 2003, respectivamente, al premio Oscar en la categoría de mejor película extranjera, lo que explica la frase inicial de esta nota. Las voces del silencio fue postergada por la holandesa Carácter, pero seis años después llegaría la compensación con la merecida estatuilla para una historia estimulante, a pesar de la gravedad de los hechos narrados –verídicos en su inmensa mayoría-.

En un lugar de África está basado en un libro auto-biográfico de la septuagenaria novelista alemana, de origen judío, Stefanie Zweig, quien describe la penosa odisea vivida por su familia cuando abandonaron su país natal ante la amenaza nazi pre 2ª Guerra Mundial. Con un padre abogado y una madre acostumbrada al confort que su linaje burgués le permitía, Regina –de sólo cinco años de edad- se encuentra un buen día en una desierta y polvorienta granja de Kenia, inmersa en una cultura completamente distinta a la suya pero que sin embargo la marcará a fuego de por vida. Al dolor del desarraigo deben sumarse las malas nuevas, que continuamente llegan del continente europeo con la desaparición de sus seres queridos y cierta penuria económica –inédita para ellos- que obliga a soportar el destrato del inglés dueño de la propiedad para no caer en la indigencia más absoluta. La soledad en esos páramos sólo es mitigada con las esporádicas visitas de un cincuentón compatriota, que ve con buenos ojos a la madre de Regina. Resumir lo que sucede a continuación es harto difícil por su contenido novelesco, dicho esto sin ironía ni segundas intenciones, y además privaría al lector, potencial espectador, del placer de descubrir por sí mismo todas las bondades de una trama que abreva en una temática sobradamente desarrollada en el cine (sin ir muy lejos este año ya tuvimos dos ejemplos: El pianista y Lo mejor de nosotros), pero con un enfoque que registra pocos antecedentes. Porque la barbarie del régimen nazi es una sombra en el espíritu de los protagonistas que sufren a la distancia por el destino de sus semejantes. Y salvo la secuencia con la que se abre el film, ambientada en la ciudad de Frankfürt, el resto transcurre íntegramente en África.

Walter y Jettel, los padres de la pequeña Regina, mantienen una relación tan tortuosa como consistente en términos dramáticos durante los casi diez años de permanencia en Kenia, y es francamente conmovedor observar la transformación de la mujer (magistral labor de Juliane Köhler), que aprende a amar esa tierra tanto como la propia. El plantel de actores asombra por su estatura artística, pero no se puede dejar de mencionar que Lea Kurka y Karoline Eckertz (Regina niña y adolescente) -además de la talentosa Köhler- son quienes se llevan las palmas, porque el carisma, la belleza y la inteligencia del que hace gala ese personaje tiene su correlato en el trabajo de las actrices que, como si no alcanzara con su nivel interpretativo, presentan tantas similitudes físicas que tranquilamente podrían pasar por hermanas. La credibilidad del elenco posibilita que el guión avance a paso firme. Tal es así, que las dos horas veinte de proyección no pesan para nada.

Del cine alemán se suele enfatizar que está repleto de obras poco proclives a dar rienda suelta a las emociones. Es un prejuicio común que funciona como una especie de extensión de lo que todos suponemos es la idiosincrasia germana. En ocasiones es cierto y en otras, no. En un lugar de África ayudará para que esa impresión rígida ceda un poco. Porque Caroline Link es una directora dotada con una exquisita sensibilidad para plasmar en la pantalla sentimientos auténticos que no son consecuencia de una simple manipulación de los recursos expresivos a su disposición, sino que los mismos se desprenden del profundo conocimiento que demuestra por los personajes. No extrañe, entonces, que su marcación actoral sea calificada como insuperable.

Relato contado con la sabiduría de los grandes, En un lugar de África usufructúa pero no abusa del paisaje africano para redondear un producto que no provocará indiferencia, pues busca y encuentra su destinatario con las armas más lícitas: las del corazón.

Título: En un lugar de África.
Titulo Original: Nirgendwo in Afrika.
Director: Caroline Link.
Intérpretes: Juliane Köhler, Merab Ninidze, Lea Kurka, Matthias Habich, Gabrielle Odinis, Sidede Onyulo, Herbert Knaup y Karoline Eckertz.
Género: Basado en novela, Drama, Histórica.
Duración: 141 minutos.
Origen: Alemania.
Año Realización: 2001.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha Estreno: 17/07/2003.

Puntaje: 9 (nueve)

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