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jueves, 21 noviembre 2024
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El guardián: Con ánimo de quemar celuloide

Por Sergio Dobosz

El Guardián es un subproducto américo-oriental producido por el inefable John Woo y dirigido por el debutante Paul Hunter, cuya escasa experiencia previa detrás de una cámara es la dirección de un video musical de Mariah Carey (Honey, 1999), que comparándolo con el film que nos ocupa, resulta de por sí más que destacable.

El monje (Chow Yun-Fat) es un maestro zen de artes marciales cuyo deber ha sido proteger un antiguo pergamino de gran poder, un misterioso artefacto que posee la clave para lograr un poder sin límites. Pero ahora tiene que encontrar al que será el próximo guardián del pergamino, y su búsqueda lo llevará hasta los Estados Unidos. Parece ser que de acuerdo con una antigua profecía, y para su total sorpresa, el sucesor del Guardián sería Kar (Seann William Scott), un joven encantador que conoce bien las calles. A medida que el guardián instruye a Kar en el camino que tiene que seguir un protector, esta insólita pareja se consolidará con el fin de proteger el pergamino de un implacable cazador de poder, que lleva 60 años persiguiendo el preciado artefacto.

Como toda absurda película de artes marciales que se precie, El Guardián está impregnada de su pertinente filosofía barata (me pregunto lo que pensarán los maestros de verdad al ver estas producciones) y, como parece ser ya norma general, de efectos especiales absolutamente imposibles y gratuitos (culpa de Matrix). Con movimientos robóticos mal combinados y una estética que los hace parecer de dibujos animados hechos con el ya tradicional “cortar/pegar”, el resultado es poco más que bochornoso. Estos efectos no aportan nada si sólo sirven para quedarse suspendido en el aire y no dotar de credibilidad a la secuencia. Pero en El Guardián no sólo el guión y los efectos especiales son malos, pues el talento interpretativo no se destaca por su brillantez. A mi falta de devoción por Chow Yun-Fat (El tigre y el dragón) se deberá sumar la de Seann William Scott (es curioso cómo todo héroe de adolescentes que se precie -es decir, actor o actriz joven sin talento- deba usar nombre compuesto); su bagaje incluye títulos como Destino final, Evolución y la saga American Pie. Entre los dos (Chow y Seann) no superan la expresividad de un langostino.

En términos generales estamos pues ante una película absolutamente prescindible, plagada de tópicos, con un argumento absurdo, interpretaciones que rozan el ridículo, personajes inoperantes (tal es el caso de la chica, interpretada por Jaime King), filosofía y humor vistos y utilizados hasta la saciedad, y una dirección de Paul Hunter para olvidar. Si mal no recuerdo, en el film Evil Dead (Sam Raimi), la lectura del libro de los muertos despertaba a las criaturas del infierno; en El Guardián ¿Por qué motivo se crea un pergamino que no se deba leer? Vaya uno a saber…

Título: El guardián.
Título Original: Bulletproof Monk.
Dirección: Paul Hunter.
Intérpretes: Chow Yun-Fat, Seann William Scott, Jaime King, Karel Roden, Victoria Smurfit, Marcus Jean Pirae, Roger Yuan, Mako, K.C. Collins, Sean Bell, Kishaya Dudley y Rob Archer.
Género: Acción, Comedia, Fantasía.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 104 minutos.
Origen: EE.UU./ Canadá.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 24/07/2003.

Puntaje: 2 (dos)

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