Por Juan Blanco
Cuando Jim Carrey todavía no era Jim Carrey, sus películas adolecían de imbéciles porque, de alguna manera, eran un inofensivo reflejo de sus dotes. Pero al menos en ese entonces sus proyectos predicaban la risa despreocupada, sin ambicionar más que lograr divertir al público con el talento de un tipo que sabía cómo arrancar carcajadas; y así funcionaban. Pero ahora que Jim es Jim, y que su nombre alcanza para llenar unas cuántas salas sin importar lo que pueda haber detrás, sus películas pretenden mucho más de lo que este genio del humor, si se quiere, acostumbraba ofertar.
Así, en los últimos años, le armaron guiones demasiado trascendentales, medio seriotes y hasta didácticos, a través de los cuales Jim se supone que debía hacer lo suyo pero prorrateando algunas enseñanzas en el camino. De esa manera fue que lo incitaron a representar hasta papeles ciento por ciento dramáticos, buscando en él vestigios de “seriedad artística”, y el pobre tipo se la creyó, convenciéndose de que como comediante a secas nunca iba a ser tomado en cuenta para ganar premios. La cosa es que le fue tan -pero tan- mal con El mundo de Andy y El Majestic, que ahora se dispuso a volver a la comedia pura que lo consagró. Se trata de Todopoderoso, algo así como la autobiografía de un tipo al que sólo le faltaba representar a Dios para sentirse a sus anchas; sí, seguimos hablando de Jim Carrey. Pero el problema con Todopoderoso es que como comedia no es tan pura, al menos no en el sentido técnico-formal que hace a la humorada prototípica de Jim Carrey. Pero ojo, eso no es malo, ya que toda comedia merece su oportunidad de buscar un lugar más allá de la risa; la joda es que Todopoderoso es una bomba teológica disfrazada de comedia boba de Jim Carrey. Entonces la cosa cambia.
En realidad el film se llama Bruce Almighty (Bruce todopoderoso), haciendo referencia al personaje de Jim; un tipo que tiene todo lo que un hombre digno puede llegar a necesitar, pero que pide más. Y es así como Bruce, el ególatra, en sus deseos –latentes- de volverse un reportero exitoso, de tener una esposa con tetas grandes (jugada con discreción por Jennifer Aniston), un coche deportivo de unos cuántos miles de dólares y una vida llena de glamour, termina recibiendo a préstamo los poderes de Dios (Morgan Freeman tras una tonta –por obvia- intención “transgresora” de los guionistas de proponer a un Dios negro), a ver qué onda. Y tal como Dios lo habría calculado en sus justísimos e inmejorables planes de gobernación del universo (y quizás del mas allá de los confines también), Bruce se volverá un total pedante ensimismado, incapaz de ayudar al prójimo y, por sobre todas las cosas, de amar a alguien que no sea a sí mismo. Pero al final –de la película- habrá de escarmentar… obvio.
Desde ya que en el transcurso de tal banal aprendizaje (porque la cosa viene de moralina con moño rosa), Jim -cual Bruce todopoderoso- hará de las suyas procurando desde sonrisas hasta carcajadas en el espectador, y tal vez dándole a la película del horrible director Tom Shadyac (Patch Adams, Mentiroso, mentiroso), los únicos toques de dignidad. Lo demás son plegarias al Dios que nos cuida y nos protege, que sabe de justicia y de equidad, que siempre nos escucha y nos contesta los “e-mails divinos” que le mandamos en nuestras oraciones, que contempla con dolor las penas del mundo al tiempo que las considera para conservar el equilibrio entre el bien y el mal, y que barre y friega los pisos como un humilde paisano (vestido con un mameluco de obrero laburador bajo el cual calza un envidiable traje blanco como los dientes de Morgan Freeman).
Las moralejas (porque así merecen llamarse por ser sutiles como toro salvaje en curda) en cuestión serán: que hay que conformarse con lo que se tiene; que hay que amarse y amar a nuestro prójimo por igual; que hay que tener templanza y dignidad para aceptar la dicha con humildad y enfrentar la adversidad con valentía; que por sobre todas las cosas hay que adherir al dogma y creer que Dios puede llegar a ser negro y tener pecas; y por último, que no hay que juzgar al Señor por nuestros pesares, porque la tiene re clara y todo lo que hace lo hace porque sabe. Capice…?
Título: Todopoderoso.
Título Original: Bruce Almighty.
Dirección: Tom Shadyac.
Intérpretes: Jim Carrey, Jennifer Aniston, Morgan Freeman, Eddie Jemison, Lisa Ann Walter, Catherine Bell, Philip Baker Hall, Nora Dunn, Steve Carell, Allison McCurdy.
Género: Comedia, Fantasía.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 101 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 14/08/2003.
Puntaje: 3 (tres)