Este 2003 será recordado como el año de los timadores profesionales. Y no hablo de la clase política vernácula que insiste en despojarnos de nuestros escasos bienes materiales y de la mínima dignidad que como seres humanos nos merecemos. Eso ya es habitual y cosa sabida. Me refiero a los “conmen” cinematográficos que se van sumando a la cartelera local. El primero en llegar a la cita fue el imberbe Frank Abagnale Jr. interpretado por DiCaprio en la fallida Atrápame si puedes, al que luego se le agregó el fóbico Roy Waller (Nicolas Cage) de Los tramposos. El mes entrante será el turno de Charlie Croker –animado por Mark Wahlberg- quien se esforzará para lograr La estafa maestra. Mientras, para que no perdamos entrenamiento, el hábil galancete Jake Vig (Edward Burns) se va a ocupar de enseñarnos un par de trucos interesantes en la recién estrenada Ambiciones secretas.
La décima película del irregular director James Foley se diferencia de Los tramposos por priorizar la trama en detrimento de los personajes que generalmente no trascienden el arquetipo (la mujer fatal de Rachel Weisz, los policías poco iluminados, el capo mafia inflexible, el chivo expiatorio inteligente pero débil con las mujeres, etc.). ¿Cuál es la cualidad que torna recomendable una propuesta de estas características? Posiblemente sea la puesta en escena, el estilo narrativo del que hace gala Foley, unas pocas sorpresas que se reserva el guionista para el final –donde, obviamente, nada es lo que parecía- y la buena interacción de un cast atractivo integrado, entre otros, por varios actores secundarios de relieve como Paul Giamatti, Luis Guzman y Leland Orser (el contador embaucado en el comienzo del film).
La estructura de Confidence –lindo juego de palabras- se basa primordialmente en una sucesión de flashbacks narrados por Jake, el protagonista, a instancias de un morocho armado que lo amenaza de muerte si no le cuenta cómo se organizó y ejecutó el plan del robo a un poderoso empresario bancario con conexiones mafiosas. El recurso recuerda al libro “Las mil y una noches”, donde Sherezade dilataba su decapitación distrayendo al sultán con fábulas diversas. Jake va enumerando los hechos, supuestamente tal y como acontecieron, hasta llegar a su desesperante situación actual. ¿Qué garantías hay de que le crean su historia? La famosa convicción -o confianza- del título original es la clave para responder esa pregunta. El potencial espectador no debería olvidarlo si pretende adivinar la no tan inverosímil resolución.
Para asegurarse la atención del público James Foley ha armado un relato moderno, dinámico, entretenido, con algunos toques estéticos que Guy Ritchie no hubiese descartado para Juegos, trampas y dos armas humeantes o Snatch, cerdos y diamantes. Por fortuna lo hace con moderación y buen gusto, bordeando pero sin caer en lo que los estadounidenses denominan “overdirected” (esto ocurre cuando un realizador se excede en su protagonismo delatándose exageradamente). Una cornisa peligrosa la que transita el hombre pero no le falla el paso jamás. Un gran acierto de su parte, sin dudas.
Ambiciones secretas no va a modificar la vida de nadie pero puede resultar una experiencia tan grata como inocua. ¿Contraindicaciones? Sí, una: trabaja Dustin Hoffman.
Título: Ambiciones secretas.
Título Original: Confidence.
Dirección: James Foley.
Intérpretes: Edward Burns, Dustin Hoffman, Rachel Weisz, Andy García, Morris Chestnut, Paul Giamatti, Donal Logue, Luis Guzmán, Brian Van Holt, April O’Brien, Leland Orser, Louis Lombardi y Tommy ‘Tiny’ Lister.
Género: Thriller, Crimen.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 97 minutos.
Origen: EE.UU./ Canadá/ Alemania.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 25/09/2003.
Puntaje: 7 (siete)