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jueves, 21 noviembre 2024
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El arca rusa: Una extraordinaria experiencia fílmica

Por Sergio Dobosz

El reconocido director ruso Alexander Sokurov, autor de obras notables como Madre e hijo, Moloch y Taurus, celebra con El arca rusa el tercer centenario de la fundación de San Petesburgo; el film narra los últimos tres siglos de historia de Rusia por medio de una visita al Hermitage, palacio de los zares convertido hoy en museo. Filmado en una sola toma de hora y media mediante un único plano secuencia de una cámara, El arca rusa se transforma en una hazaña desde el punto de vista cinematográfico. A pesar de ello, el film es de un realizador al que no le interesan los “récords” ni le fascina particularmente la novedad o la invención.

La filmografía de Sokurov muestra -­y él lo confiesa abiertamente­- que lo único que le interesa son los elementos más simples del cine: la imagen, el sonido y el tiempo. En este mismo ambiente donde suceden los hechos otro gran cineasta y maestro del montaje, Sergei Eisenstein, filmó varias décadas atrás; lo cierto es que la obra de Sokoruv excluye por oposición la concepción misma del montaje. Muchos teóricos y directores (desde André Bazin hasta Alfred Hitchcock y Max Ophuls hasta llegar más recientemente a Robert Altman y Brian De Palma) reflexionaron sobre el mismo como forma de acentuar el artificio del cine e incluso experimentaron con largos planos secuencias, pero nadie antes pudo ni siquiera acercarse al hito alcanzado por Sokurov con El arca rusa: rodar una película en una sola toma. Para ello, el director ruso apeló a la extraordinaria cámara Sony modelo HDW-F900 (la misma que utilizó George Lucas para Star Wars: Episodio 2 – El ataque de los clones), capaz de grabar como las de 35 milímetros a 24 cuadros por segundo y con una resolución de 1920 x 1080 pixeles. Además, hizo construir en Canadá un complejo arnés que le permitiera a su camarógrafo cargar con los 35 kilos de peso durante la hora y media de filmación.

Para semejante tour de force eligió al alemán Tilman Büttner, de 39 años, considerado el mejor operador de steadycam del mundo, como ya lo había demostrado en la vertiginosa Corre Lola corre, de Tom Tykwer. Según el realizador ruso, la idea de relatar la historia de Rusia a través de un recorrido por el famoso museo de San Petersburgo surgió de la pereza hace unos cuatro años: un día comprendió que el montaje era la parte de la confección de un filme que más le cansaba. La acción comienza con la cámara ingresando al museo en donde se oye la voz en off de Sokurov que se siente desorientado sin saber siquiera el lugar en donde se encuentra; momentos después, un extranjero, marqués francés (Custine), acompañará al director en su trayecto por el museo. El clima onírico, cargado de misterio se mantiene durante todo el viaje a través del tiempo; cada elemento espacial, cuadros, esculturas, vestimentas forman parte de la huella temporal. Aparece así el espacio, marcado por el tiempo; y el tiempo puede ser palpado por cada una de las imágenes.

El Hermitage, el arca rusa, guarda en la memoria un sinfín de contradicciones y de esplendor de un momento en donde el hombre vivía, creaba y moría en escala humana. En El arca rusa, la cámara es el punto de vista del autor, al que nunca se ve y que en off va analizando las pinturas de las distintas galerías, recorriendo buena parte de la historia de Rusia y comentando los hechos y las apariciones de los sucesivos zares junto con el marqués de Custine apelando a un tono que por momentos resulta bastante irónico.

Describir la probable intención de El Arca Rusa es asumir al film como una experiencia didáctica sobre la historia rusa reciente, pero no enfocada a datos y fechas, sino a los elementos más sutiles que moldean la historia de un pueblo, y que se reflejan en el arte que en él se produce. Formalmente, es un audaz experimento fílmico ejecutado con gran aplomo por un director que domina como pocos el uso de la cámara como narradora de la historia. El debate ideológico (que tal vez pueda llegar a calificar a Sokurov de “reaccionario”) todavía sigue abierto. En cambio, lo que nadie discute es que en el terreno técnico y artístico se está frente a una obra maestra que, además, tiene asegurado un lugar en la historia del cine.

Título: El Arca Rusa.
Título Original: Russkiy kovcheg.
Dirección: Aleksandr Sokúrov.
Intérpretes: Sergei Dreiden, Mariya Kuznetsova, Leonid Mozgovoy, Edisher Giorgobiani, Aleksandr Chaban, Maksim Sergeyev, Anna Aleksakhina, Natalya Nikulenko, Alla Osipenko, Lev Eliseev, Vladimir Baranov, Oleg Efremov, Vadim Lobanov.
Género: Drama, Fantasía, Historia.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 99 minutos.
Origen: Rusia/ Alemania/ Japón/ Canadá/ Finlandia/ Dinmarca.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 06/11/2003.

Puntaje: 9 (nueve)

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