Por Pablo E. Arahuete
Al tomar contacto con Las mujeres verdaderas tienen curvas, film que de antemano carga con un abultado reconocimiento internacional y, además, con un interesante trabajo de marketing donde se fusionan Sundance y HBO, surge un interrogante que después de los 
primeros 15 minutos se dilucida: ¿es un film tan crítico como parece? La respuesta inmediata es un “no” a secas porque la película de la realizadora colombiana Patricia Cardoso no deja de ser un telefilm consecuente, en forma encubierta, con la cultura y el modo de vida americana. Si bien es cierto que este producto nació a raíz de una obra de teatro de la mexicana Josefina López, cuya temática autorreferencial descansa en la historia de cinco mujeres inmigrantes ilegales que trabajan en un taller de costura y esperan la inminente visita de un agente de migraciones, la adaptación de Cardoso privilegió la historia de uno de los personajes, Ana, una joven poco agraciada físicamente que no encaja en el modelo de chica latina sexy como J Lo o Shakira, ni tampoco en el esquema femenino de mujer casada y con hijos pretendido por su madre.
Ana (América Ferrera) acaba de terminar el secundario y su meta es poder seguir en la universidad en lugar de buscarse un novio para casarse y atenderlo, único futuro accesible de acuerdo a su status de hija y mandatos familiares. Sus planes de progreso se estancan cuando debe trabajar junto a Carmen (Lupe Ontiveros), su madre y su hermana Estela (ingrid Oliu), quien es dueña de un taller de costura y debe entregar una partida de vestidos costosos atrasada.
Durante su período de trabajo allí Ana intenta modificar su entorno de trabajo y moldear el carácter sumiso de las mujeres trabajadoras. Ese rumbo la lleva a enfrentarse a su madre y a las costumbres imperantes. Sin embargo, la autonomía por la que lucha Ana implica alejarse de su familia y su reciente novio; decisiones difíciles de tomar.
En ese contexto se desarrolla esta comedia costumbrista que en realidad refleja la
estereotipia de la comunidad latina vista por el relativismo cultural pacato yanqui. La mirada cómplice de Cardoso que ridiculiza los rasgos de sus personajes, como por ejemplo la ignorancia de Carmen sobre la menopausia o simplemente el grado de liviandad con que se toma la realidad de los latinos en Estados Unidos, son suficientes para trazar las pautas de una posición conformista y nada crítica como se pretende hacer creer.
La superficialidad pasmosa de este film entrega mensajes tan profundos como las mujeres gordas confeccionan vestidos para las flacas o las mujeres poco agraciadas también pueden pensar. En cuanto a la dirección, deja mucho que desear porque el distanciamiento que toma la realizadora de sus personajes es tan evidente que rompe los climas.
Una película que realza lo peor de la cultura latina y esconde debajo de la alfombra su crítica y torpeza hasta que la mucama inmigrante ilegal lo descubra luego de haber lavado los trapos sucios.
Título: Las mujeres verdaderas tienen curvas.
Título Original: Real Women Have Curves.
Dirección: Patricia Cardoso.
Intérpretes: America Ferrera, Lupe Ontiveros, Ingrid Oliu, George Lopez, Soledad St. Hilaire, Brian Sites, Lourdes Perez, Lina Acosta, Felipe de Alba y Josefina Lopez.
Género: Comedia, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 90 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 25/12/2003.
Puntaje: 2 (dos)
