Algo extraño le está sucediendo a Tim Burton. Este ilusionista de imaginación feraz nos sorprendió desde sus primeras películas por su refinada a la vez que tétrica visión de una amplia gama de personajes y ambientes fantásticos. Lo vuelve a lograr en su más flamante opus, El gran pez, pero con un brusco cambio de tono que lo aleja de otras sombrías ensoñaciones suyas como Batman, El joven manos de tijera, La leyenda del jinete sin cabeza, Ed Wood o El extraño mundo de Jack (en la que aún como productor su estilo se percibe con nitidez). El milagro parece responder a la reciente paternidad del hombre -en pareja con Helena Bonham Carter, quien lo sedujo a pesar del temible maquillaje de látex que debió soportar durante el rodaje de El planeta de los simios– así como a su necesidad de un reconocimiento por parte de la Academia de Hollywood -opinión personal- que al fin y al cabo no se produjo. La única nominación del film es para la partitura del “little maestro” Danny Elfman. Los demás rubros técnicos son un verdadero bastión que le confieren un elevado marco estético al relato. Omitir la dirección de arte o la cinematografía de esta película es tan injusto como sospechoso. Además, la ausencia de Tim en la terna del mejor director no pasa desapercibida en un año medio desconcertante (ni el más delirante de los mortales hubiese apostado por la presencia del brasileño Fernando Meirelles en esa lista). Justo cuando Hollywood privilegia varias superproducciones de buena carrera comercial –Capitán de mar y guerra, El retorno del rey, Alma de héroes, por caso-, a El gran pez no le permiten colarse en el lote. Voy a especular sobre el porqué de esta llamativa decisión.
Quizás una de las razones que propiciaron la exclusión de Burton sea el inopinado optimismo que le inyectó a la historia del mitómano Edward Bloom. Porque no es habitual encontrar un espacio para la esperanza y la calidez en un cineasta con sus características. Para terminar de empeorar la situación, hay en El gran pez muchas derivaciones, alusiones y/o reminiscencias de otras fuentes. El fantasma de Forrest Gump y Las aventuras del Barón Münchaüsen sobrevuela constantemente su trabajo. Es posible que algunos hayan considerado estos detalles con el sarcasmo suficiente para advertir, entre líneas, una traición a una filosofía creadora que, con sus más y sus menos, fue hasta ahora coherente en un todo. Como coincide la temática del film -la relación padre e hijo- con su flamante rol de “dark dad” podríamos otorgarle el beneficio de la duda y ocuparnos de lo que importa: su inalterable virtuosismo para generar imágenes de alto contenido poético.
Se ha repetido hasta el hartazgo que Big fish es la más accesible y sentimental de todas las obras del ex animador de la Disney. Y es así nomás. El guión de John August (un escritor de 32 años que irrumpió en la industria con la tarantinesca Viviendo sin límites y al que luego le encomendaron la adaptación fílmica de Los Ángeles de Charlie en sus dos partes) intercala realidad con fantasía fluidamente para narrar el reencuentro de Edward (Albert Finney), casi un moribundo, con su resentido hijo Will (Billy Crudup). El joven llega a la casa paterna de Alabama atendiendo al pedido de su madre (Jessica Lange), que intuye los pocos días de vida que le quedan a su esposo. El deseo de la mujer es que ambos hagan las paces antes de que sea demasiado tarde. Edward aprovecha la visita para dar rienda suelta a sus recuerdos que, tamizados por su mente desbocada, están repletos de criaturas míticas y vivencias surrealistas magnificadas por la puesta en escena de Burton. ¿Hay algún atisbo de verdad en sus cuentos, o no? Es la gran incógnita de Will que se transmite a cada uno de los espectadores. Intentar desentrañarla es un placer enorme.
Oscilando eficazmente entre la fábula, el melodrama y la comedia, El gran pez nos va envolviendo poco a poco con sus empáticos y extravagantes personajes para finalmente arrastrarnos a una vorágine sensorial alucinante. Más allá de las motivaciones de su realizador, lo que no debe ponerse en duda es la calidad del producto obtenido. Entretiene, divierte y emociona. Lo demás -como diría un ya fallecido político nacional-, es pura cháchara.
Título: El gran pez
Título original: Big Fish
Dirección: Tim Burton
Intérpretes: Ewan McGregor, Albert Finney, Billy Crudup, Jessica Lange, Alison Lohman, Steve Buscemi, Danny De Vito, Helena Bonham Carter
Calificación: No disponible
Género: Aventuras, Basado en novela, Drama, Fantasía
Duración: 125 minutos
Origen: Estados Unidos
Año de realización: 2003
Distribuidora: Columbia
Fecha de estreno: 05/02/2004
Puntaje 8 (ocho)