Por Pablo Arahuete
En pocas ocasiones un film comienza en un tono dramático, crudo, realista, e inmediatamente sufre una metamorfosis que lo convierte en un producto bien intencionado, sensiblero y efectista. Este es el caso de Elling, mi amigo y yo, un best seller devenido en obra de teatro y adaptado luego al cine por Petter Naess que recibió, para sorpresa de su realizador, una nominación al Oscar como mejor película extranjera (lo perdió con El último día).
El núcleo de Elling… aborda con un enfoque demasiado liviano la reinserción social de dos pacientes psiquiátricos, fronterizos y -aunque sin especificar- con un tipo de neurosis obsesiva, quienes se ven beneficiados por las bondades del Estado noruego al proveerles vivienda y asistencia social para afrontar el mundo real y cotidiano.
Elling (Per Christian Ellefsen) es un cuarentón que tras la muerte de su madre queda internado en un hospital provincial. Allí conoce a un gigante de movimientos torpes y con
cierto retardo madurativo, Kjell Bjarne (Sven Nordin), obsesionado por el sexo y la comida. Pese a sus diferentes temperamentos, ambos son designados a convivir en Oslo en un confortable departamento donde tendrán que aprender a valerse por sí mismos y en forma gradual reinsertarse en la sociedad. Así, esta especie de extraña pareja va superando los obstáculos cotidianos y sus fobias bajo la tutela de su supervisor, un trabajador social que a diario los sorprende con nuevos desafíos: Elling debe cruzar la calle sin aterrorizarse; ambos tendrán que hablar por teléfono e interactuar con la gente. Con una sucesión de situaciones anecdóticas los personajes desarrollan su personalidad y acumulan herramientas para enfrentar la realidad; en ese nuevo panorama descubren amigos, nuevos conflictos en la convivencia pero siempre con una azucarada resolución al servicio del alivio cómico buscado desde el principio.
El film apela a la sensibilidad del espectador sin ahondar en el conflicto que implica la reinserción social de dos enfermos psiquiátricos en una sociedad fría y mustia como la noruega. En ese sentido Elling… es una obra repleta de gestos y clichés, de inobjetable complicidad con el público, con un reparto aceptable entre los que se destaca la buena complementariedad de la pareja protagónica. Personajes queribles, relato fluido, con grandes dosis de emoción, pinceladas de humor inocente en una película cuya máxima aspiración es llegar al corazón y resaltar el valor de la amistad y la tolerancia con el diferente, aunque su tratamiento de la locura aparezca como un simple juego de niños.
Título: Elling, mi amigo y yo.
Título Original: Elling.
Dirección: Petter Naess.
Intérpretes: Sven Nordin, Per Christian Ellefsen, Marit Pia Jacobsen, Jorgen Langhelle y Per Christensen.
Género: Comedia, Drama.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 89 minutos.
Origen: Noruega.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Eurocine.
Fecha de Estreno: 29/04/2004.
Puntaje: 6 (seis)
