No debe haber nada peor para una parejita que recién estrena su casa que ver su vida íntima permanentemente invadida por un tercero. Es lo que sucede en la comedia de Danny DeVito, Dúplex. El guión de Larry Doyle (autor de algunos episodios de Los Simpson y también de Beavis & Butthead) está compuesto por una andanada irrefrenable de gags de humor negro que, aunque no estén todos a la misma altura, causan un efecto reidero inapelable. No en vano, DeVito es uno de los más destacados directores del género. Para constatarlo basta con mencionar algunos de sus films: su ópera prima Tira a mamá del tren (1987), La guerra de los Roses (1989), Matilda (1996), la aquí sepultada Maten a Smoochy (2002) e inclusive un brillante episodio de la serie Cuentos asombrosos intitulado “El anillo de casamiento” –en el que actuó junto a su mujer, la fenomenal Rhea Perlman-. Con DeVito en su salsa y una dupla de comediantes tan rendidora como lo son Ben Stiller y Drew Barrymore, Dúplex no podía defraudar. Y, huelga decirlo, no lo hace.
Stiller es Alex Rose, un novelista de medio pelo con un libro editado (en una escena nos enteramos que se lo puede adquirir en oferta por apenas 99 centavos) y otro a medio escribir. La Barrymore es su novia Nancy Kendricks, periodista de ocupación, que trabaja en una revista de escaso prestigio pero de mucha salida entre los neoyorquinos. Tras visitar diversos edificios en barrios exclusivos de NY, Alex y su peor es nada resuelven comprar su nidito de amor en Brooklyn (un lugar mucho más modesto). El dúplex es espacioso, luminoso y bello pero viene con un regalito adicional: en el piso superior vive la anciana señora Connelly, inquilina de muchos años que no piensa abandonar la propiedad hasta el día de su muerte. Esta “adorable viejita”, les asegura el agente de bienes raíces Kenneth (Harvey Fierstein), tiene los días contados, por lo que los inocentes tortolitos no dudan en comprar el departamento. Muy pronto descubrirán que la señora Connelly no sólo posee una salud de hierro sino que es muy molesta y sus hábitos noctámbulos enloquecen a cualquiera. Con esta premisa que roba elementos de El quinteto de la muerte y de la mismísima Tira a mamá del tren, la diversión más delirante no demora en llegar para regocijo de los amantes de lo oscuro. Que somos unos cuantos…
Dúplex es el tercer largometraje protagonizado por Ben Stiller que se estrena en nuestro país este año -muy tardíamente puesto que es anterior a los otros dos-. Cuando parecía condenado a un anónimo lanzamiento en video y/o DVD, algún capo de Buena Vista tuvo la suficiente viveza como para advertir sus méritos cinematográficos. Porque, para ser justos, es muy superior a Mi novia Polly, menos graciosa y demasiado volcada a lo escatológico, y compite en efectividad cabeza a cabeza con Starsky & Hutch. Stiller es un comediante ubicuo, poco dado a la sobreactuación y muy inteligente para explotar su talento en los momentos clave (imperdible la secuencia con el aparato que prende y apaga el televisor con sólo golpear las manos). Drew Barrymore se luce menos, tal como le pasó a Jennifer Aniston en Polly, aunque lo acompaña correctamente. La odiosa Mrs. Connelly, interpretada con genialidad por la actriz Eileen Essell, es una antagonista de temer y será recordada por mucho tiempo.
Sin exagerar, asevero que Dúplex es la comedia más efectiva en lo que va del 2004. Elogio mayor no puede hacérsele.
Título: Dúplex.
Título Original: Duplex.
Dirección: Danny DeVito.
Intérpretes: Ben Stiller, Drew Barrymore, Eileen Essell, Harvey Fierstein, Justin Theroux, Robert Wisdom, James Remar, Maya Rudolph, Wallace Shawn, Amber Valletta, Swoosie Kurtz.
Género: Comedia negra.
Clasificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 89 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 27/05/2004.
Puntaje: 8 (ocho)