Por Sergio Dobosz
Afirmar que esta segunda entrega de Shrek difiere de su antecesora es ciertamente comprobable; ya no causa sorpresa alguna ver un burro neurótico agobiado por la soledad o las flatulencias del ogro mientras toma un baño en el lodo. Es verdad que existían enormes expectativas en esta secuela y que la capacidad de asombro sólo puede despertarse una vez. Sin embargo, Shrek 2 es simplemente brillante, apoyada por un abrumador despliegue de recursos y por fundamentalmente esa inexistencia de continuidad para los cuentos de hadas que hace legitimar al film como lo mejor que se haya visto en los últimos años en el género de animación.
En esta ocasión, el adonis Prince Charming (o Príncipe encantador), debe librar a Fiona de la maldición conocida por todos desde la primera parte de esta saga. Sin embargo, este príncipe descubre que Fiona ya ha sido liberada y que disfruta de una luna de miel con su grotesco esposo. A su regreso, la pareja es invitada por los padres de Fiona para conocer al nuevo marido; dicho encuentro debe acontecer, literalmente como claman los cuentos, en la tierra de Far, Far Away (un auténtico Beverly Hills). Tras una desalentadora y tosca presentación de los suegros, el Rey decide deshacerse de su yerno, para lo cual contrata a un aguerrido, tierno, seductor y muy españolizado gato, el Gato con Botas, que junto con una misteriosa hada madrina vienen a añadirle un plus al cast que ya conocemos.
Pero Shrek 2 no sólo se regodea con los cuentos de hadas; la esplendorosa burla se ha extendido a todos los íconos de la cultura pop. Para los cinéfilos no hay banquete más especial que reconocer los pequeños y satíricos homenajes a películas como Spider-Man, El señor de los anillos, Indiana Jones, Frankenstein, Alien, Misión: Imposible, Los Cazafantasmas o La Sirenita, entre muchas otras. Más allá de los productos cinematográficos, el Café Starbucks, Versace, Tower Records, Burger King, la Vida Loca de Ricky Martin, Justin Timberlake, Garfield e incluso la afamada crítica de moda de E! Joan Rivers, y los programas televisivos Cops (la mejor secuencia del film) y Disney World también reciben su intoxicante dosis de parodia.
En cuanto a las voces originales, Antonio Banderas se roba la película con su caracterización del Gato con Botas; Jennifer Saunders como el Hada Madrina (una villana al mejor estilo de El Padrino), y el excelente dúo de John Cleese y Julie Andrews como los padres de Fiona, contribuyen de forma excepcional, dejando que los personajes brillen por sus propias personalidades. Otra de las grandes virtudes de Shrek 2 es el inagotable deleite visual que representan las mucho más perfeccionadas imágenes creadas por los artistas digitales de la DreamWorks, sobre todo la coreografía de escenas, que bien supieron recrear los animadores y que respetan los preceptos cinemáticos que contribuyen a que aceptemos como real un mundo totalmente artificial.
Shrek 2 suma a todo lo expuesto un carácter de fábula que describe el más profundo sentimiento hacia el otro, resaltando la esencia del individuo sin importar cuan encantadores u ogros podamos ser por fuera. Por todo esto… un film imperdible.
Título en español: Shrek 2.
Título original: Idem.
Dirección: Andrew Adamson, Kelly Asbury y Conrad Vernon.
Voces: Mike Myers, Eddie Murphy, Cameron Díaz, Julie Andrews, Antonio Banderas, John Cleese, Rupert Everett y Jennifer Saunders.
Género: Animación, Comedia, Secuela, Aventuras.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 93 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: UIP.
Fecha de estreno: 17/06/2004.
Puntaje: 9 (nueve)