back to top
jueves, 21 noviembre 2024
InicioCríticaLa vida secreta de un dentista: Odontólogos, infidelidades y otras cuestiones domésticas

La vida secreta de un dentista: Odontólogos, infidelidades y otras cuestiones domésticas

Por Omar Tubio

Alan Rudolph es un verdadero sobreviviente, ¿quién lo puede dudar? Asistente en los años 70 del legendario Robert Altman, se largó a dirigir por su cuenta en esa misma década y, a pesar de la inocultable sombra de su mentor, supo hacerse un nombre en la industria fílmica por derecho propio. Siempre a contramano de modas y corrientes estilísticas, Rudolph logró ser fiel a sí mismo y aún hoy día mantiene su status de director activo pero totalmente independiente. Esto quiere decir que sería harto difícil que una major lo llamara para dirigir algún tanque hollywoodense, pero también resulta harto evidente que al tipo no le interesa en lo más mínimo.

El ahora veterano director maneja como pocos el súbito cambio de registro en sus películas. Pasar del drama a la comedia en un salto y que esto no provoque un escalofrío en el espectador es uno de sus mayores méritos. Bienvenidos a L.A. (1976), Quédate conmigo (1984) y Los modernos (1988) son verdaderos exponentes de un cine inclasificable si hablamos de géneros. Gracias al cielo (1987), Sorpresas de amor (1990) y Pensamientos mortales (1991) con Demi Moore y Bruce Willis, son ya válidos acercamientos a un cine más comercial que de todas maneras no han dejado huella. Rudolph retoma su senda en sus últimos films con irregular suerte y con alguna caída artísticamente hablando. Desayuno de campeones (1999) y Trixie (2000) no se estrenaron en Buenos Aires y fueron directo al video y con su penúltima película, Investigating sex (2001) las distribuidoras aún no saben que hacer.

Por suerte La vida secreta de un dentista, aunque con una salida muy limitada en cines, encontró un espacio para colarse entre tanto “tanque” que sacude hoy día nuestra cartelera porteña. Y digo suerte porque se trata sin dudas del mejor Rudolph de los últimos años, donde aquella mixtura entre drama y comedia de la que hablábamos anteriormente es más que elocuente.

El guión, escrito por el mismo director, nos introduce en el seno de un matrimonio constituido por dos profesionales de la odontología con tres hijas, que se ve sacudido imprevistamente ante el descubrimiento de la posible infidelidad de uno de ellos, mejor dicho de ella. Lo curioso del planteo es el silencio del marido, que decide observar el comportamiento de su esposa y dar rienda suelta a las más osadas elucubraciones y fantasías acerca de lo que en realidad son sólo sospechas. Un tercer personaje aparecerá en escena convirtiéndose en una especie de alter ego del protagonista y en el cual recaerán la mayoría de los gags verbales, de los cuales se vale Rudolph para descomprimir la acción y arrancar una sonrisa al espectador. El hallazgo mayor es quizás que a pesar de mantener la mirada y el punto de vista desde el marido que representa lo masculino, la película termina por ser profundamente feminista y con los roles trastocados en lo que tradicionalmente conocemos como un matrimonio tipo.

Rudolph siempre trabajó con actores experimentados y obtuvo de ellos actuaciones destacadas, y aunque aquí no cuente con su antiguo actor fetiche (Keith Carradine), encuentra en Campbell Scott y Hope Davis la pareja ideal. Tanto él con su parsimoniosa actitud y su increíble capacidad para establecer un vínculo paterno con las niñas, como ella para retratar el hastío y la insatisfacción de una relación acabada, se lucen en composiciones admirables.

Un film recomendable que quizás pase desapercibido y que convendría rescatar aunque más no sea para reencontrarse con un director convertido –mal que le pese- en uno de los últimos estandartes del cine independiente.

Título: La vida secreta de un dentista.
Título Original: The Secret Lives of Dentists.
Dirección: Alan Rudolph.
Intérpretes: Campbell Scott, Hope Davis, Denis Leary, Robin Tunney, Peter Samuel, Jon Patrick Walker, Gianna Beleno, Lydia Jordan, Cassidy Hinkle y Flora Martínez.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 104 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 22/07/2004.

Puntaje: 7 (siete)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES