Por Pablo E. Arahuete
Gabriele Salvatores había conmovido a los miembros de la Academia con su film Mediterráneo (1991) por su sencillez narrativa y las pequeñas dosis poéticas que podían diferenciarlo de historias parecidas.
Con su nuevo opus El Secreto (2003), no sólo confirma su capacidad de narrar y de crear atmósferas con pocos elementos, sino que se las ingenia para bucear el mundo de la infancia, con sus conflictos, descubrimientos y crueldad, sin traicionar la naturaleza de sus protagonistas, en contraste con el mundo adulto contradictorio y brutal para los ojos de un chico de nueve años como Michele (Giuseppe Bocchino).
Ese contrapunto entre los dos mundos puede interpretarse con una lectura política referente a dos Italias, la cristalina y la corrupta, o la pobre y la rica. La conjetura se refuerza a partir del sutil relato, que ahonda en la trama policial y participa de la decadencia moral de un grupo de secuestradores. Estos mantienen cautivo a un chico de familia acaudalada dentro de un pozo. Michele lo descubre, por accidente, y rápidamente entabla amistad con el secuestrado. Durante el día lo saca a tomar aire y sol y por las noches lo vuelve a dejar allí.
El mayor conflicto, a la vez dilema, se suscita cuando corrobora que sus padres están involucrados en el plan siniestro. El secuestro extorsivo como medio de subsistencia para
una familia de pocos recursos, en un pueblito del sur de Italia durante el verano de 1978, cobra sentido desde el punto de vista político y social. Dos caras de una realidad que para la mirada inocente de un niño, en el umbral de la adolescencia, genera conflicto.
Salvatores consigue reformular, narrativamente, el tránsito entre dos estadíos de la niñez, a medida que Michele descubre los secretos de los adultos. Además, construye un film iniciático, donde la transformación del protagonista resulta vital. Con una puesta en escena funcional a los climas creados para esta suerte de fábula moral, el realizador italiano fusiona un género muy explotado, el policial, con un tópico trillado en el cine, como lo es la infancia, y lo hace de una forma inteligente y creativa. El Secreto fluye, igual que el extenso campo de espigas doradas del comienzo, donde la cámara corretea junto al chico que pronto ingresará al despiadado mundo adulto.
Título: El secreto.
Título Original: Io non ho paura.
Dirección: Gabriele Salvatores.
Intérpretes: Giuseppe Cristiano, Aitana Sánchez-Gijón, Diego Abatantuono, Mattia Di Pierro, Adriana Conserva, Fabio Tetta, Giulia Matturo, Stefano Biase, Fabio Antonacci, Dino Abbrescia y Giorgio Careccia.
Género: Crimen, Drama, Misterio.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 108 minutos.
Origen: Italia/ España/ Reino Unido.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Telexcel.
Fecha de Estreno: 05/08/2004.
Puntaje: 8 (ocho)
