Por Pablo E. Arahuete
Nathalie X, film de la realizadora francesa Anne Fontaine, de quien sólo se estrenó en nuestro país Cómo maté a mi padre, explora los intrincados caminos del erotismo, la pérdida del deseo, el mundo femenino y la búsqueda de la identidad, a partir de un raro triángulo amoroso. Sin embargo el planteo, en apariencia sugestivo, decae en el desarrollo de la trama, al límite de lo inverosímil. Por otro lado, en continuidad con su otro film, Fontaine aborda el desencantado mundo burgués con un retrato patético de sus personajes, pero se queda con la cáscara.
Catherine (Fanny Ardant) es una burguesa, un tanto distante con su esposo Bernard (Gerard Dépardieu), con quien convive hace ya muchos años. Su vida descolorida y rutinaria la estanca en la monotonía. Tampoco encuentra satisfacción en su profesión. La infidelidad de su esposo despierta la idea de venganza y la búsqueda de nuevos horizontes, como el de un club privado donde conoce a Marlene (Emmanuelle Béart), una joven prostituta.
Catherine decide pagarle para que seduzca a Bernard y luego le relate sus encuentros sexuales, fantasías, deseos, etc. Así le inventa una nueva identidad: Nathalie. Los relatos eróticos de Nathalie avivan el deseo en la ginecóloga, quien descubre, incluso, aspectos desconocidos de la conducta de su esposo. A medida que los relatos se vuelven más audaces, el vínculo entre las dos mujeres se estrecha, comparten intimidades y secretos como si fuesen amigas.
Bernard, quien llamativamente intenta acercarse a su mujer y recuperar el tiempo perdido, queda desplazado. Ya no es un fin, sino un medio para alimentar los celos entre ambas. Así, aquello que comienza como un plan de desquite termina conformando un juego perverso y manipulador, un triángulo amoroso oscuro, cuya base la componen dos mujeres en un principio antagónicas por naturaleza y luego mimetizadas en una compleja inversión de roles. Ese mecanismo de roles invertidos opera con la lógica del voyeur que es descubierto por su víctima pero en otro registro, el de los relatos eróticos, donde quien narra toma el control de quien escucha.
Fontaine intenta transgredir los cánones del cine erótico, lo insufla de literalidad cuando su peso reside en lo visual, apela a lo sugerido y no a las tradicionales postales de sexo desenfrenado. No obstante, estos relatos sobre las experiencias sexuales de Nathalie se ven despojados de riqueza literaria, abundan las frases hechas y transparentan la intención provocativa.
Ese viraje, que opera en simultáneo con el proceso de mimetización de los personajes, sumerge a las historias en un ámbito donde la imaginación reemplaza a la acción y el film se estanca en un grado de convencionalismo peligroso, en el que las principales perjudicadas son dos grandes actrices, Fanny Ardant y la sensual Emmanuelle Béart. De este modo, aquel planteo intrincado que aventuraba una interesante propuesta se diluye en un conjunto de apuntes, concentrado en cuidar las formas en vez de modificarlas y asumir riesgos.
Título: Nathalie X.
Título Original: Nathalie…
Dirección: Anne Fontaine.
Intérpretes: Fanny Ardant, Emmanuelle Béart, Gérard Depardieu, Judith Magre, Wladimir Yordanoff.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 106 minutos.
Origen: Francia/ España.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 26/08/2004.
Puntaje: 6 (seis)