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jueves, 21 noviembre 2024
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Osama: Cruel derrotero de una niña

Que un personaje cambie de sexo engañando a cuantos lo rodean para realizarse como individuo ha sido un recurso argumental bastante repetido tanto en el cine como en la literatura. Como la temática es más propia de la comedia de enredos que del drama rotundo hay más ejemplos de la primera que del segundo. Recordemos, en el caso de hombres disfrazados de mujeres, a Dustin Hoffman en Tootsie o a la dupla Lemmon – Curtis en Una Eva y dos Adanes. A la inversa, tenemos a Julie Andrews interpretando a un cantante en Víctor/Victoria (remake de un viejo filme alemán) o a Barbra Streisand en Yentl dispuesta a todo para poder estudiar el Talmud (derecho cuya exclusividad poseían sólo los varones). Una de las variantes más feroces que se hayan conocido resulta Osama, primera película afgana realizada tras la caída del régimen talibán, donde una niña de 12 años finge ser un jovencito para conseguir trabajo (vedado a las mujeres) y así lograr un sustento mínimo para alimentar a su madre viuda y a su anciana abuela.

La ópera prima del guionista y director Siddiq Barmak (quien obtuvo una maestría en cine en la Universidad de Moscú en 1987) es un relato simple y contundente ambientado durante la dictadura impuesta por los talibanes en Afganistán. El tono despojado, casi documental, y el uso de actores no profesionales (incluyendo a la conmovedora Marina Golbahari, protagonista inolvidable e irremplazable de esta trágica historia) es fundamental por el impacto de ver in situ a las auténticas víctimas de una durísima contienda religiosa cuya constante se basaba en el terror y la opresión.

Osama es el conveniente nombre que le inventa un niño de su edad a la pequeña cuando son obligados por las fuerzas invasoras a asistir a una especie de escuela de entrenamiento donde los talibanes adoctrinan a gusto y placer. En este desagradable lugar se desatarán los peores momentos cuando Osama sea descubierta y se le castigue con un destino, quizás, peor que la muerte.

Baste decir que Osama es un film difícil de ver, por demás angustiante, pero necesario por su justa dosis de denuncia del maltrato al que son sometidas las mujeres bajo el yugo de hombres cuya ancestral religión les permite barrenar con los derechos humanos más elementales que demanda un ser humano para vivir dignamente. Si ése era el propósito de Barmak, debe sentirse muy satisfecho por su trabajo porque lo logró plenamente. Sin ambigüedades ideológicas, sin intenciones alevosamente políticas y con la suficiente sapiencia narrativa para condensar semejante conflicto en apenas ochenta y tres minutos. Hay que verla.

Título: Osama.
Título Original: Idem.
Dirección: Siddiq Barmak.
Intérpretes: Marina Golbahari, Khawaja Nader, Arif Herati, Gol Rahman Ghorbandi, Zubaida Sahar y Hamida Refah.
Género: Drama.
Clasificación: Para mayores de 13 años.
Duración: 83 minutos.
Origen: Afganistán/ Irlanda/ Japón/ Holanda.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: CDI Films.
Fecha de Estreno: 02/09/2004.

Puntaje: 9 (nueve)

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