Por Juan Blanco
La declaración de la independencia de los Estados Unidos de América esconde pistas para hallar un incalculable tesoro perdido. Se supone que junto a la misma firma de la declaración, los padres de la patria minaron de evidencia el documento y prorratearon en distintos lugares la información que algún día procuraría que tales riquezas fueran encontradas y protegidas por algún yanqui de honor. Así, con el correr del tiempo, las pistas fueron pasando entre clanes y generaciones. Ben Gates (Nicolas Cage), un empedernido cazador de tesoros, es el último de una gran dinastía que viene rastreando el mito desde los tiempos más remotos, y todo indica que esta vez el clan Gates podría llegar a encontrarlo y probar su existencia. Pero, como no podía ser de otra manera, este aventurero tendrá competencia (el siempre traicionero Sean Bean) y deberá robar (como una suerte de acción desinteresada para la protección de los intereses de la patria) la declaración de la independencia para que dicho tesoro no caiga en las malas manos de un rufián.
La leyenda del tesoro perdido (que en realidad llamada Tesoro Nacional) es una película Disney con robos galantes, persecuciones inofensivas, algunos tiros de salva, mucho chiste fácil e ideología barata. Dirige Jon Turteltaub (Fenómeno, Jamaica bajo cero), un realizador que apenas se conforma con narrar sin desprolijidades obvias, y produce el mal karmático Jerry Bruckheimer, el peor capitalista (y el menos iluminado) que haya podido tener Hollywood en toda su historia.
La intención era la de hacer cuajar un delirio histórico con la ficción del típico sábado de súper acción. Algo así como lo que intenta (y que aparentemente logró) el best seller próximamente a adaptarse al cine titulado “El código Da Vinci”, donde también hay una mezcla entre las verdaderas pinturas del célebre artista plástico y una ficción según la cual dichos cuadros esconderían polémicas revelaciones de la iglesia y algunos secretos políticos.
Lo más “grandioso” que puede ofrecer La leyenda del tesoro perdido es al Nicolas Cage simpático de siempre (aunque medio desorbitado) y algunos que otros momentos de acción en los que se puede llegar a hacer caso omiso de la estupidez de la anécdota; aunque un par de secuencias físicas apenas bien resueltas no alcanzan para entretener -y engañar, como se pretende- al público. Para el caso, la película es demasiado larga para ser tan tonta.
Título: La leyenda del tesoro perdido.
Título Original: National Treasure.
Dirección: Jon Turteltaub.
Intérpretes: Nicolas Cage, Sean Bean, Diane Kruger, Justin Bartha, Jon Voight, Harvey Keitel, Christopher Plummer, Mark Pellegrino, Oleg Taktarov, Annie Parisse, David Dayan Fisher.
Género: Acción, Aventura, Misterio.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 131 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 20/01/2005.
Puntaje: 4 (cuatro)