Por Omar Tubio
Acostumbrado a adaptar al cine famosas obras teatrales, Mike Nichols aparece como el director ideal para esta fidedigna trascripción fílmica de “Closer”, una moderna, irónica y ácida mirada a las relaciones sentimentales que reinan en la época que nos toca vivir. ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, El graduado, La jaula de las locas (versión USA) y últimamente para la TV yanqui Wit con Emma Thompson y la multipremiada Angeles en América, dan cuenta de la vasta experiencia en el género de un autor sobreviviente de la generación de los 70´. Nichols ha demostrado siempre un envidiable control en la dirección de actores, logrando extraer grandes actuaciones incluso de estrellas limitadas (como por ejemplo la Elizabeth Taylor de Virginia Wolf que obtuviera el Oscar de la Academia).
El gran riesgo de trasladar un material escrito para los escenarios a un lenguaje diferente, como lo es el cine, radica precisamente en lograr o no la diferenciación entre ambas expresiones artísticas, lo que comúnmente conocemos como teatro filmado.
Patrick Marber, autor de la obra, se encargó asimismo del guión definitivo y en ese sentido su tarea no es un alarde de originalidad e imaginación, ya que los textos son prácticamente los mismos y sólo se efectuaron unos inserts en el exterior como para intentar abrir la historia y evitar el encierro, pero que no bastaron para cambiar la sensación que prima: es la misma obra en fílmico.
Cuatro únicos personajes en una trama circular que involucra a dos parejas en conflicto y que sufrirán alteraciones al cruzarse sentimentalmente unos con otros. La infidelidad, la traición, la pasión, el abandono y los celos son los componentes esenciales de un texto sumamente literario y rimbombante, donde todo lo que se dice pareciera ser importante y las segundas lecturas estuvieran al pie del cañón. Con abundantes elipsis no siempre bien resueltas y momentos en los que la acción se detiene para dar paso a la verborragia más incontenible, Closer queda como un intento fallido de película con aspiraciones mayores.
Quizás lo que sostenga más estoicamente esta estructura dramática a base de texto sea el muy bien elegido cuarteto actoral. Julia Roberts y Jude Law están muy bien y dan lo que se espera de ellos: compromiso, actitud y credibilidad. Natalie Portman sorprende con su recién adquirido desenfado que, mezclado con su ya natural aire inocente, dan por resultado un cocktail fatal. Pero –todo hay que decirlo- el que se lleva las palmas es el menos esperado: Clive Owen, quien transita desde la ternura más naif hasta el sarcasmo más feroz con la misma intensidad. Su personaje Larry es el más rico en matices y el que agrega una pizca de humor a tanta solemnidad. Una más que merecida nominación al Oscar.
En Buenos Aires hace ya unos años se pudo ver en el teatro Broadway una versión local de la obra protagonizada por Susú Pecoraro, Leonardo Sbaraglia, Leticia Bredice y Jorge Marrale. Quienes la hayan visto tendrán un aditivo extra: divertirse con las odiosas comparaciones. Ver a Portman y recordar a Bredice producirá un leve escozor en las entrañas. ¿Queda claro?
Título: Closer, llevados por el deseo.
Título Original: Closer.
Dirección: Mike Nichols.
Intérpretes: Julia Roberts, Jude Law, Natalie Portman, Clive Owen, Nick Hobbs, Colin Stinton, Elizabeth Bower y Steve Benham.
Género: Basado en obra de teatro, Drama, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 104 minutos.
Origen: EE.UU. / Reino Unido
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Columbia.
Fecha de Estreno: 27/01/2005.
Puntaje: 5 (cinco)