Por Pablo Arahuete
Como ocurre con los grandes relatos añejos, amontonados junto al polvo en alguna biblioteca remota, resulta imposible no desempolvar El gran pez o La historia sin fin a la hora de penetrar en el universo de Descubriendo el país de Nunca Jamás. Sobre todo, si detrás del paralelismo se respira cierto aire complaciente, surcado por ráfagas de sobrevaluación desatadas a raíz de las siete nominaciones al premio Oscar, incluida mejor película y dirección cuando la Academia se encargó de que Tim Burton pasara desapercibido el año pasado. Aunque las comparaciones suelen ser injustas en la mayoría de los casos, Descubriendo… puede considerarse el hijo bobo de El gran pez; no así Marc Forster, carente del vuelo y el pulso necesario para narrar una fantasía yuxtapuesta en un melodrama simplón, redundante en lo anecdótico, que deja a la deriva a sus personajes y, lo que es más grave, descansa en la omnipresencia de Johnny Depp, para quien se reservan todos los planos de la película.
Bajo la idea rectora de mostrar al escritor con su entorno y el proceso creativo de la pieza teatral, el guión de David Magee define dos zonas, fantasía y realidad, lindantes entre dos mundos que coexisten. El de James Barrie (Johnny Depp), de la época eduardiana, opacado por los avatares de la vida adulta: su última obra ha sido un fracaso, la relación con su esposa es cada vez más distante y pesa sobre él la necesidad de concebir una obra que convenza al empresario Frohman (en la piel de Dustin Hoffman), quien apuesta sus fortunas a los desvaríos del novelista escocés. Donde Barrie recupera la sonrisa y se deja arrastrar por la inocencia infantil es en el escenario de su imaginación. Ese cruce de realidades se verá potenciado al conocer a Sylvia (Kate Winslet), una viuda y a sus cuatro hijos, especialmente al misterioso Peter (Freddie Highmore), quien confronta su ciega impronta de creer en lo ilusorio e invierte los roles.
Sin embargo, el satírico adulto con alma de niño logra convencerlo de participar junto a sus hermanos de los juegos donde se desata su naturaleza de narrador de historias. No obstante, el espacio lúdico se ve amenazado cuando irrumpe la vida real y el apacible encanto se tiñe de conflictos. En el tránsito entre los momentos alegres con Sylvia y sus hijos y los embates amargos se teje la red para trocar los sueños y convertirse en Peter Pan. La obra teatral despliega la inventiva de su creador y conjuga la sorpresa de los niños con el deslumbramiento de la platea adulta.
Por momentos, el realizador alemán (Cambio de vida) despunta ciertas virtudes en el manejo de la puesta en escena pero no logra imprimirle el movimiento y la emoción buscada. Un film que como melodrama no sale del estándar y como relato fantástico insinúa luz propia pero se apaga pese al esfuerzo de Johnny Depp.
Título: Descubriendo el país de Nunca Jamás.
Título Original: Finding Neverland.
Dirección: Marc Forster.
Intérpretes: Johnny Depp, Kate Winslet, Freddie Highmore, Julie Christie, Radha Mitchell, Dustin Hoffman, Ian Hart, Kelly MacDonald y Mackenzie Crook.
Género: Biografía, Drama, Familia.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 106 minutos.
Origen: EE.UU./ Reino Unido.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 03/02/2005.
Puntaje: 6 (seis)