Cuando la espectacular serie de espionaje Alias se transformó en un suceso tremendo en los EEUU –hace ya unos cuatro años- la figura hasta entonces ignota de su protagonista excluyente, la bella y aniñada Jennifer Garner, cobró impulso velozmente hasta otorgarle a la actriz un nivel de popularidad increíble entre sus compatriotas. Su más o menos reciente affair con Ben “Woody” Affleck, ex compañero de elenco en Daredevil – El hombre sin miedo (2003), no ha hecho sino incrementar esa tendencia aún a costas de convertirse en otra pesadilla mediática: parece que “Bennifer” ataca de nuevo (recordemos las idas y vueltas de Affleck con Jennifer Lopez). Los cinéfilos más atentos quizás tengan presente que la primera vez que esta sexy parejita compartió un set no fue en Daredevil… sino en la vilipendiada Pearl Harbor (2001), donde Garner era una de las enfermeras amigas del personaje de Kate Beckinsale (de hecho es fácil ubicarla porque es la única que usa anteojos). Tras un breve papel en Atrápame si puedes (2002), donde compuso a una prostituta que le robaba no precisamente el corazón a Leonardo DiCaprio, su gran oportunidad llegó en 2003 con Daredevil…, adaptación del cómic de la Marvel y su primera aparición como la temeraria Elektra. El final abierto del filme de Mark Steven Johnson -se revelaba que ella estaba aparentemente viva a pesar de perecer en manos del asesino de su padre, Bullseye (Colin Farrell)- permitió un spin-off donde nos cuentan qué sucedió con esta extraña heroína. Es el momento de hablar de Elektra, la película. Y de contar cómo la hija única de un magnate griego logró volver de entre los muertos (en estas historias la muerte juguetea con todos con una ligereza pasmosa).
Si la carrera de Jennifer Garner no se encontrara en un punto tan alto seguramente Elektra no hubiese visto la luz jamás. Se trata de una típica formulita cinematográfica aplicada hasta el hartazgo en miles de films previos. Simple, directa, rutinaria… No evade ninguno de los lugares comunes del género, ni siquiera lo intenta. Como producción es una clase “B” ambiciosa en cuanto al presupuesto empleado pero creativamente limitada y para nada estimulante en su transcurrir (por suerte es de corta duración y en última instancia su visión tampoco provoca consecuencias nefastas si no dramatizamos por el tiempo perdido). A los que criticaron con dureza a Daredevil… más vale que se preparen: Elektra es mucho peor. Y lo digo con pena porque soy admirador de la Garner y, en este caso, su contribución actoral es escasa. En parte por un exceso de hieratismo en la concepción del papel y en parte por culpa de un guión paupérrimo que no la ayuda a elaborar una actuación más sólida.
Elektra presenta una trama principal elemental en la que la sensual, y algo rígida debo agregar, heroína se debate moralmente entre ayudar a un padre (Goran Visnjic) y a su hija adolescente (Kirsten Prout), que son perseguidos por una especie de secta denominada La Mano, o desentenderse del asunto; pues con el tiempo esta guerrera hábil con las armas filosas se ha convertido en una despiadada asesina a sueldo al servicio de todo aquel que disponga de una buena suma de dinero. O al menos en teoría. Porque todos sabemos que estos personajes, en el fondo, tienen su corazoncito y van a terminar favoreciendo a los débiles. Es decir, las fuerzas del Bien. Cada tanto, algún que otro flashback nos muestra como un sensei occidental (Terence Stamp) la revivió sólo con el uso de su mente (¡santos poderes resucitadores, Batman!) para luego adoptarla como su más brillante alumna (de cómo Elektra es llevada ante este maestro no hay ni noticias: la lógica no existe en este tipo de relatos). Eventualmente su sensei considera que es un mal ejemplo para sus compañeros por su excesivo apego a la violencia y le pide que se vaya para siempre. Resentida, Elektra comienza a ganarse el pan, no tan honradamente, de la mejor forma que conoce: despanzurrando gente. En el final, las cosas cobrarán otro sentido pero claro que a esa altura… ¿a quién le importa?.
Dirigida sin grandes alardes por Rob Bowman, un artesano familiarizado con el género fantástico con válidos antecedentes como los muchos episodios que hizo para la TV de Los expedientes X, más la adaptación fílmica que se realizó de la serie en 1997, Elektra es un filme fallido de punta a punta con esporádicos aciertos como una galería de villanos interesantes, algunos efectos especiales bien resueltos y no mucho más. Jennifer Garner es mucho más actriz de lo que se puede apreciar aquí. Quizás sea un buen momento para buscar proyectos más consistentes y demostrarlo.
Título: Elektra.
Título Original: Idem.
Dirección: Rob Bowman.
Intérpretes: Jennifer Garner, Goran Visnjic, Kirsten Prout, Will Yun Lee, Cary-Hiroyuki Tagawa, Terence Stamp, Natassia Malthe, Bob Sapp, Chris Ackerman, Colin Cunningham, Hiro Kanagawa.
Género: Basado en comic, Acción, Aventura, Fantasía.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 97 minutos.
Origen: EE.UU./ Canadá/ Suiza.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 17/02/2005.
Puntaje: 4 (cuatro)