Por Pablo Arahuete
Existe un dicho popular para describir el panorama de la cinematografía francesa y su posicionamiento estratégico frente a la hegemonía del modelo industrial americano en el resto del mundo: si no puedes con ellos, únete. 
Aunque parezca alarmista y poco criterioso enunciar esta premisa lo cierto es que en los últimos años el establishment francés, antes preocupado por ejercer una política orientada a salvaguardar la identidad de su cine, en clara oposición a los códigos hollywoodenses, hoy es un alumno aplicado con ansias de superar al maestro. Claro está, que el cine antes que un arte es un negocio millonario y la industria francesa pretende repartir mejor la torta. Es justo reconocer, no obstante, la existencia de otro tipo de obras menos comerciales, ricas en estilos y estructuras, condenadas a la suerte de un festival, cuya distribución en nuestro país es casi nula. A fin de reforzar el planteo sobre el futuro del cine galo, basta como botón de muestra Amor eterno, producida por Warner en su filial francesa y dirigida por Jean-Pierre Jeunet, quien ya había cautivado a los norteamericanos y a la Academia con Amelie.
Fiel al esquema de cualquier superproducción hollywoodense, el exceso y la arbitrariedad prevalecen sobre el relato al nivel de convertirlo en un medio y no en un fin.
Digresiva y pretenciosa desde la puesta en escena, la historia se desarrolla con la misma lógica de un juego de computadora, las llamadas aventuras gráficas donde el protagonista se enmarca en un viaje extenso, colmado de contratiempos y personajes circunstanciales y excéntricos, en cuyo trayecto irá uniendo pistas para llegar a su objetivo.
Extrapolado el mecanismo, puede decirse que el film de Jeunet es una excusa con una trama débil y que más allá de la parafernalia visual es un derroche de ideas mal resueltas. Una vez más, el autor de Delicatessen, deposita el peso de su película en sus personajes, los suelta en un universo multidimensional como si fuesen ratas de laberinto, sumisas a sus caprichos.
Su actriz fetiche Audrey Tautou aún lo soporta y en este caso encarna a Matilde, quien conserva la esperanza de reencontrarse con su amado pese a haber recibido la noticia de su fusilamiento en un confuso episodio acaecido durante la Primera Guerra. Así, la trillada historia de amor donde los amantes fueron separados por la circunstancias del conflicto bélico deriva en la obstinada travesía encarada por la mujer.
En apariencia la idea de Jeunet era sortear la anécdota y dotarla de subtramas 
para hacerla atractiva y dejar sembradas las marcas distintivas de su estilo, sin embargo la abundancia de grandilocuencia con pretensión de gran relato clausura la trama en lugar de abrirla. Así aparece la sensación molesta al servicio del sentimentalismo más efectivo que en cada secuencia el director busca deslumbrar al espectador, sacarle una sonrisa y hasta emocionarlo. En realidad, como historia de amor resulta fría y ampulosa; como relato coral, es decir muchos personajes que se entrecruzan, falsa porque no desarrolla ninguna historia salvo en su excentricidad. De ese alambricado itinerario de idas y venidas hacia ninguna parte, el remanido empleo de recursos ya utilizados en Amelie como la voz en off redundante que no hace otra cosa que justificar las falencias de un guión mal confeccionado, lo único que se desprende es el vicio de querer decir y mostrar todo. En las antípodas del primer Jeunet, el de La ciudad de los niños perdidos y hasta el de Alien: Resurrection, Amor eterno discurre tanto que abandona cualquier posibilidad de seguirlo pese a los denodados esfuerzos de Tautou y su gracia natural.
Título: Amor eterno.
Título Original: Un long dimanche de fiançailles.
Dirección: Jean-Pierre Jeunet.
Intérpretes: Audrey Tautou, Gaspard Ulliel, Dominique Pinon, Chantal Neuwirth, André Dussollier, Marion Cotillard y Jodie Foster.
Género: Drama, Misterio, Romance, Bélica.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 133 minutos.
Origen: Francia/ EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Warner.
Fecha de Estreno: 07/04/2005.
Puntaje: 4 (cuatro)
