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jueves, 21 noviembre 2024
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Miss Simpatía 2: Armada y fabulosa: Para incondicionales de la Bullock

Sandra Bullock, como Jim Carrey, buscó infructuosamente expandir su carrera cubriendo roles no sólo cómicos sino también dramáticos en algunas películas que nadie recuerda (De amor y de guerra, Vientos de esperanza, 28 días y Divinos secretos son todas pruebas fidedignas). Pero ni la crítica ni el público le aceptaron el cambio de género. Más allá de las condiciones naturales de Bullock para la comedia hay algo en ella, y lo mismo corre para Carrey, que le impide ser tomada en serio cuando pretende serlo. De ahí al corset encasillador de “actriz apta para comedias pasteurizadas” hay nada más que un paso. No obstante, el inconveniente hoy día ya no pasa por si esa circunstancia es injusta o no. La Bullock, desde Fuerzas de la naturaleza (1999), en mi opinión, lucha denodadamente contra su reloj biológico (acusa 41 años). El almanaque no perdona y dentro de muy poco, si no produce ella sus propios vehículos cinematográficos, nadie la va a llamar excepto para animar a tías pendeviejas o algo por el estilo. Sonará cruel o incluso exagerado, pero ese momento, a menos que se retire, va a llegar.

Uno de sus pocos aciertos en la taquilla de los últimos años ha sido Miss Simpatía (2000), producto hiper previsible que cuenta con un argumento con gancho, resumible en una línea como les gusta a los americanos: “agente del FBI ingresa como participante a un concurso de belleza para atrapar a un delincuente”. La idea era una variante de Pigmalión, dado que Gracie Hart, la agente encubierta en cuestión, debía sofisticarse y aprender a comportarse como una dama –lo opuesto a su personalidad genuina- para no llamar la atención de manera indebida. El éxito de la comedia policial ha generado una secuela, Miss Simpatía 2: armada y fabulosa, que continúa por la misma senda popular y directa que su antecesora. En síntesis: más de lo mismo… pero con onda. No por nada el experimentado Marc Lawrence, guionista de esta continuación, sigue trabajando para Sandy después de haber realizado juntos la mencionada Fuerzas…, la primera Miss Simpatía y Amor a segunda vista (2002).

Gracie Hart es una especie de patito feo. En realidad no es feo pero cree serlo. No tiene modales, es mas bien masculina, bastante agresiva y se viste como un mamarracho. Por no mencionar su risa con ronquido. Que este individuo sea seleccionado para una misión en la que debe infiltrarse en un ambiente de glamour y belleza es harto improbable. Pero en el mundo irreal del cine, everything is possible. La acción del filme de John Pasquin (Santa Claúsula) se inicia tres semanas después de haber concluido el concurso de belleza que coronó a Cheryl (Heather Burns) como Miss EE.UU. Gracie retoma su antigua posición en el FBI pero, como ha perdido su anonimato, deja de ser una opción para trabajos de campo. Entonces, su jefe McDonald (Ernie Hudson, a más de veinte años de ser el cuarto miembro de Los cazafantasmas) le da el ultimátum: o se dedica a tareas administrativas o bien se convierte en el rostro del FBI asistiendo a patéticos programas de televisión, entre otras cosas. La decisión no es tan difícil, como se verá, para la intrépida Gracie. Quien en esta oportunidad es asistida por su violenta colega negra, Sam Fuller (el nombre del personaje de Regina King es un desconcertante homenaje al gran director de The big red one y Perro blanco), el refinado estilista Joel (sensacional Diedrich Bader asumiendo con gracia el rol de “loca” que le tocó en suerte) y el inocente agente Jeff Foreman (Enrique Murciano). En Las Vegas, este atípico grupo irá tras la pista de unos malvivientes que secuestraron a Cheryl y al maestro de ceremonias Stan (¡pobre William Shatner!, si lo viera Mr. Spock se muere), a pesar del antagonismo del jefe arribista de Jeff, Mr. Collins (Treat Williams, que debe sumergirse en formol todas las noches porque luce igual desde hace como quince años).

Coqueteando en varios pasajes con la buddy movie –Gracie y Sam se odian hasta que el respeto y la amistad empieza a surgir entre ellas-, con algún que otro número musical (en el que se destaca Regina King caracterizada como Tina Turner) y una larga sucesión de lugares comunes que a esta altura son casi una obligación para los yanquis, Miss Simpatía 2: armada y fabulosa no es una total pérdida de tiempo y, aunque le sobran minutos de pantalla, contagia alegría por su elenco y la intensidad con que es narrada. ¿El humor? Pavo, pero hay quienes lo disfrutan. A ese público, y a los adoradores de la Bullock, que los tiene, está destinada esta secuela. Los demás, si quieren, pueden hacer mutis por el foro. Que para algo está el cable y el video.

Título: Miss Simpatía 2: Armada y fabulosa.
Título Original: Miss Congeniality 2: Armed and Fabulous.
Dirección: John Pasquin.
Intérpretes: Sandra Bullock, Regina King, Enrique Murciano, Diedrich Bader, Elisabeth Röhm, Heather Burns, William Shatner, Ernie Hudson, Treat Williams, Leslie Grossman, Nick Offerman y John DiResta.
Género: Secuela, Comedia, Policial.
Clasificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 115 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 21/04/2005.

Puntaje: 6 (seis)

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