Por Luis Pietragalla
No es fácil mantener más de dos horas y media a un ritmo trepidante, sosteniendo una comedia disparatada y a la vez costumbrista llevada al grotesco, que va girando a momentos dramáticos y muy dramáticos, con el telón de fondo (y no tan de fondo) de la guerra civil serbio-bosnia.
La desmesura del comienzo y alguna metáfora obvia tal vez resulten molestas y poco alentadoras; no obstante, a partir de un partido de fútbol jugado en el medio de la niebla, mientras la esposa del protagonista llega hasta el director técnico para convencerlo de que acepte contratar a su hijo-jugador, la eficacia narrativa se va abriendo paso.
Lejos de Roberto Benigni, que con su interesada La vida es bella manosea, degrada y manipula el holocausto, un Kusturica desmesurado e irreverente sabe poner el humor donde corresponde en un tema tan difícil y tan cercano como las guerras étnicas balcánicas.
Siempre hay algo que se mueve en las imágenes de Kusturica: cuando no es la cámara, en permanentes travellings que giran, avanzan o retroceden, son los personajes, los animales o los objetos (son incontables la cantidad de ellos que se rompen por el estado emocional de los personajes). La “emocionalidad al palo” parecería ser el sello distintivo de este director.
El ritmo trepidante tiene a la música del mismo director como aliada: se mete en los diálogos, los interrumpe, comenta, acelera aún más las acciones (lo que no es poco).
Con gran habilidad la película va cambiando el registro: el paso de la comedia al drama es tan “natural” como el paso de la paz a la guerra. La seguramente difícil construcción del guión ha dado buenos frutos; que el filme fluya es obra de su rigurosidad narrativa, sin desmedro de la hábil dirección.
El protagónico Luka, de reminiscencias brechtianas, quiere ignorar la guerra porque en el fondo considera que no tiene nada que ver con lo que él concibe como vida. Interpretado por un sobrio Slavko Stimak (tan eficaz como el resto del elenco), este personaje mezcla algo de la Madre Coraje con el Soldado Schweyk.
Las direcciones de fotografía y de sonido trabajan creativamente en función del proyecto. Así, los petardos futboleros prefigurarán los disparos y las explosiones de la batalla, y el túnel ferroviario donde ocurrirán distintos eventos tendrá distintas calidades de luz de acuerdo a la circunstancia.
Si Kusturica no es un autor (dentro del arte compartido que es el cine)… ¿ los autores dónde están?
Título: La vida es un milagro.
Título Original: Zivot je cudo.
Dirección: Emir Kusturica.
Intérpretes: Slavko Stimac, Natasa Solak, Vesna Trivalic, Vuk Kostic, Aleksandar Bercek, Stribor Kusturica, Nikola Kojo, Mirjana Karanovic, Branislav Lalevic, Davor Janjic, Adnan Omerovic y Obrad Djurovic.
Género: Drama, Comedia, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 155 minutos.
Origen: Serbia/ Francia/ Italia.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 12/05/2005.
Puntaje: 8 (ocho)