Por Pablo E. Arahuete
¿Cómo se recompone una relación indefectiblemente rota? Una cadena que perdió algunos eslabones dejó de ser cadena o por lo menos no es la misma, aunque se conserven ciertos pedazos. En esta premisa descansa el corazón de Una mujer infiel de Tod Williams (pésimo 
título local para el original The door in the floor), adaptación de un tercio de la novela de John Irving “A widow for a year”.
Como en toda buena traspolación de lo literario al cine, el relato reemplaza la riqueza descriptiva y poética por un minucioso despliegue de detalles que construyen rigurosamente la trama y sus personajes. Si los detalles articulan, con una sutileza reconocible desde la puesta en escena y el guion, cada historia como un eslabón, entonces el interrogante del comienzo se resignifica cuando la pequeña Ruthie (Elle Fanning) pregunta a su padre Ted Cole (Jeff Bridges) si la muerte rompió a sus hermanos Tom y Timmy. Ted asiente, incapaz de explicarle la muerte de sus hijos adolescentes que ahora perduran en las fotos dispersas en la casa y que Ruth conoce de memoria, igual que su madre Marion (Kim Basinger). Lo cierto es que a partir de la pérdida de sus hijos y la incorporación de la niña para reparar y llenar ese vacío, la relación entre Ted y Marion se quebró y parece transitar un camino sin retorno de reproches y culpas compartidas. La culpa y la tristeza sumieron a Marion en una existencia sombría y cristalizada en la pena fagocitante de cualquier anhelo vital. En el caso de Ted, el dolor se mitiga y transforma constantemente en su actividad de escritor de cuentos infantiles breves con moraleja o en sus ínfulas de retratista de desnudos femeninos, excusa ideal para mantener su donjuanismo con el sexo opuesto.
La llegada del joven Eddie (Jon Foster) al caserón de los Cole, contratado por Ted para que lo ayude a transcribir sus cuentos y lo asista en todo, provoca ciertos movimientos en la casa. Eddie pretende ser escritor y admira la obra de su jefe, mientras que desde el primer minuto se siente atraído sexualmente por Marion. Para Ted, el adolescente representa la posibilidad de alejarse de su mujer y seguir con sus planes. Sin embargo, la mujer recupera la sonrisa al encontrar en la inocencia del muchacho algunos rasgos de su hijo Thomas. La pasión reactiva el deseo y en un caótico juego de sensaciones la muerte se volatiliza, pero reaparece en un recuerdo nítido y perdurable como las fotos o las palabras que Ted libera en sus cuentos, entre ellos el alegórico La puerta en el suelo.
Así, la simetría en las historias une a los personajes, opera como una nueva cadena a
modo de aprendizaje: el de Eddie y su pasaje al mundo adulto; el de Marion y su sinceramiento con el dolor y la imposibilidad de volver a ser madre; y el de Ted con su falsa actitud superadora y arrogancia para dilatar el duelo. Pequeños detalles conforman una buena novela, alecciona Ted a su interlocutor Eddie y completa su prédica con un consejo: el buen escritor sabe manipular y sorprender al lector.
Detalles, eslabones, pedazos, historias, espejos. Tod Williams asume el riesgo de ponerles imagen y sonido con actuaciones dignas de una ovación compartida entre Basinger y Bridges; de cruzar el infranqueable umbral entre el cine y la literatura sin traicionar sus naturalezas; de abrir una puerta colmada de calidad y sensibilidad en un suelo cubierto de conformismo, decadencia y sentimentalismo.
Título: Una mujer infiel.
Título Original: The Door in the Floor.
Dirección: Tod Williams.
Intérpretes: Jeff Bridges, Kim Basinger, Mimi Rogers, Elle Fanning, Jon Foster, Bijou Phillips, Larry Pine, John Rothman y Harvey Loomis.
Género: Comedia, Drama, Romance, Basada en novela.
Clasificación: No disponible.
Duración: 111 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 16/06/2005.
Puntaje: 9 (nueve)
