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jueves, 21 noviembre 2024
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Ed Gein: El padre de lo macabro

Por Juan Blanco

Tiene ya cinco años en las góndolas de video en los EE.UU. y pasó desapercibida por gran parte del público sin llegar a estrenarse en salas, aún siendo la biografía de uno de los criminales más célebres de la historia americana y el que engendró a los asesinos más iconográficos de la historia del cine. Se trata de Ed Gein, el drama biográfico que cuenta la vida del psicópata que inspiró a Hitchcock para dar vida a Norman Bates, a Tobe Hooper para crear a Leatherface y a Thomas Harris para concebir a Hannibal Lecter, entre sus discípulos reconocidos, y a más de un centenar de psicópatas que desfilaron a lo largo de casi cincuenta años por las pantallas de cine del mundo. Considerando el –tardío- estreno de la nueva versión de La Masacre de Texas, nos pareció esta una oportunidad tan buena como cualquier otra para dar a conocer la historia detrás de las tantas historias.

Cabe decir que se trata de un drama biográfico y no tan simplemente de una flick de horror porque la vida de Ed Gein trascendió el efectismo de una película de género. Y es entendible que el film no haya pasado a la historia como un gran proyecto cinematográfico porque se concibió para televisión, con bajo presupuesto y sin grandes estrellas en el elenco. De hecho, fue el excelente aunque marginal Steve Railsback quien puso la cara para Ed, el terrible psicópata que aterrorizó a Wisconsin durante parte de la década del 50. Aunque lo de Ed no era precisamente infundir el terror en su pueblo. Se trataba más bien de un hombre taciturno que pasaba desapercibido por su comunidad; uno con costumbres muy macabras a quien muy pocos lugareños conocían, y en quien nadie reparó hasta que era demasiado tarde. Ya había cometido las atrocidades más inmundas y nadie se había percatado de que existía semejante monstruo en las cercanías.

Se supo que Ed Gein había tenido una madre muy dominante y ultra-católica que había inspirado a sus dos hijos (Henry, el mayor, y Ed) grandes fobias hacia el mundo, las ideas más retorcidas sobre el pecado, el sexo y demás terrores dogmáticos que llevaron a nuestro protagonista a la locura. Entre otras cosas, creando para su hijo Edward trastornos sexuales más allá de lo imaginable. Tal fue así que éste habría incluso utilizado la piel de una de sus víctimas (la última de ellas, de hecho) para confeccionarse un traje de mujer, con el que se vestía para bailar en las noches de luna llena alegando que, durante la experiencia, lograba transformarse en un ser del sexo opuesto. En efecto, los crímenes de Ed comenzaron -luego de la muerte de sus padres y hermano- con el hurto de varios cadáveres de tres cementerios locales, y que luego utilizaba para confeccionar desde muebles y objetos decorativos hasta “ropa de cuero”. Y sería entre sus propias víctimas de asesinato que el Sr Gein encontraría un particular placer culinario. Cuando finalmente lo arrestaron en el año 58, la policía encontró fuertes evidencias de prácticas caníbales en la cocina de su residencia, además de los cadáveres mutilados, las pieles y las docenas de utensilios fabricados por él a partir de la anatomía humana.

Era lógico esperar que el padre de los asesinos más famosos de Hollywood tuviera su propia vida inmortalizada en celuloide, así como también resulta lógico que hayan pasado tantos años sin que nadie -de poder- quisiera abordar el proyecto. Esto se debe a que aún en formato de telefilm de bajo perfil, su historia refleja hoy, cincuenta años después, el lado oscuro de una sociedad consumida por el miedo y contradictoriamente fascinada por lo macabro. Al día de la fecha, Ed Gein es desde uno de los capítulos más negros de la historia americana hasta un ícono adorado por miles de “enfermos” que incluso tienen un sitio web dedicado al sujeto. Teniendo en cuenta que en los EE.UU. el cine es un enorme engranaje cultural y que el terror es uno de los géneros predilectos de muchos cinéfilos, Ed Gein no debería pasar precisamente desapercibido. Pero su vida y su film lo hicieron a través de la censura, aún habiendo inspirado las fórmulas hoy vigentes que hacen al cine de terror uno de los negocios más rentables de norteamérica; e incluso formando implícitamente parte de la sociedad. Este mismo es el punto que hace de Ed Gein (tanto el personaje como la película misma) un tabú al que conviene mantener enterrado en el pasado.

En cuanto a la película en sí, la misma tiene más méritos como documento biográfico, aún siendo una recreación dramatizada de los hechos, que como film de género. Los acontecimientos que rodearon a la figura de Ed Gein podrán haber sido escabrosos, pero su vida no fue sino el melodrama de un tipo mentalmente enfermo que pasó el resto de sus días como un paciente modelo en hospitales psiquiátricos. Esta dramatización ilustra con suficientes detalles la relación con su madre difunta y con su hermano (a quien se sospecha que asesinó el mismo Ed), sus costumbres y los hechos que lo convirtieron en una negra leyenda americana.

Este título sólo está disponible en DVD y en región 1 (también se lo puede encontrar con el nombre de In the Light of the Moon), ya que nunca se sospecharía siquiera una modesta edición local, aún para los curiosos cinéfilos devotos del gore que seguro gustarían de consumir el producto. La edición americana misma es bastante austera, cuenta tan sólo con un tráiler y algunas fichas de producción. Piratas internáuticos… ¡atentos! Que también hay algunas copias para PC dando vueltas hace rato.

Título: Ed Gein.
Título original: Idem.
Dirección: Chuck Parello.
Intérpretes: Steve Railsback, Carrie Snodgress, Carol Mansell y Steve Blackwood
Género: Biopic, Crimen, Drama.
Calificación: Apta para mayores de 18 años.
Duración: 89 minutos.
Origen: EE.UU./ Reino unido.
Año de realización: 2000.
Nota: inédita en cine y video en Argentina.

Puntaje: 7 (siete)

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