¿Cómo reflejar en poco más de hora y media de película las sutilezas psicológicas que a un literato le demandó toda una novela desarrollar? Luego de padecer estoicamente con el primer bodrio de este 2006 he llegado a la conclusión que ni los directores ni la otrora eficiente guionista Naomi Foner Gyllenhaal (a quien recuerdo por su excelente trabajo en el potente drama Al filo del vacío, de Sidney Lumet, que le valiera una nominación al Oscar en 1989) tienen la más pálida idea al respecto. Para empezar, convengamos que el libro de Myla Goldberg no es lo que se suele llamar literatura fácil con su historia cargada de aristas religiosas y místicas. El film de McGehee y Siegel intenta adentrarse en el territorio explorado por la autora con toda la buena voluntad del mundo pero entre las malas decisiones del casting (Richard Gere parece estar actuando en Al maestro con cariño y no en el drama complejo que propone la trama, y la nena protagonista… bueno, ya me voy a ocupar de ella más adelante) y el tedioso sostén dramático que representa el concurso de deletreo de palabras resulta quimérico sacar en limpio algo que valga la pena.
Palabras mágicas relata la inevitable descomposición de una familia de origen judío integrada por el exigente padre Saul (Gere), profesor universitario versado en religiones comparadas que con sus ideales y valores deja a su mujer e hijos el triste papel de alumnos obedientes, la esposa Mimi (Juliette Binoche) y los chicos Aaron (Max Minghella), adolescente algo confundido con lógica razón, y la pequeña de once años Eliza (Flora Cross, quien por raro que parezca vive en San Telmo con su padre periodista y además es la hermana de Harley, aquel joven actorcito que escogiera Juan José Campanella para animar a Dan Love en su ópera prima El niño que gritó puta). El rol de Mimi, que debería cumplir una función clave para el equilibrio emocional de los Naumann, es un jeroglífico imposible de descifrar por el espectador. No se comprenden nunca sus motivaciones y la pseudo intriga que los realizadores tejen en torno a ella lo único que logra es confundir. El derrotero depresivo y la fragilidad mental que tan bien expresa esa actriz consumada que es Juliette Binoche jamás se explica con propiedad más allá de unos flashbacks inoperantes que dejan a la vista las hilachas de un guion inconsistente que en más de una escena cae en el ridículo sin pretenderlo (la subtrama con Kate Bosworth y los hare krishna está mal planteada y peor resuelta). Mientras Saul prepara y acompaña obsesivamente a Eliza para los torneos de Spelling Bee (de ahí el título, nada que ver con las abejas por si a alguien se le ocurrió hacer esa asociación), Mimi y Aaron se van perdiendo en sus propios conflictos internos. La película se pierde como ellos y la única salida viable es la de la sala de cine.
A menos que entre el público existan algunos interesados en una temática muy específica como es el judaísmo y el estudio de la Cábala (en este caso me parece que ni Bilardo haría el esfuerzo) difícilmente Palabras mágicas produzca una reacción que no sea de aburrimiento. Después de todo, ¿a quién se le ocurre otorgarle el peso dramático de la película a una niña incapaz de transmitirle a su personaje aquello que la convierte en un ser tan especial a los ojos de su padre? En principio fue escogida Dakota Fanning, que hubiese aportado algo más que miradas bovinas sin duda alguna, pero fue alejada del proyecto cuando apareció Flora Cross debido a que ésta presentaba una mayor similitud física con la Binoche.
Si a todo esto le agregamos la incongruente decisión estética de ilustrar mediante efectos visuales las vivencias internas de Eliza cada vez que entra en trance para responder en el concurso, queda poco más por decir. Por ejemplo, que el final es horrible. Telón piadoso y hasta la próxima.
Título: Palabras mágicas.
Título Original: Bee Season.
Dirección: Scott McGehee, David Siegel.
Intérpretes: Richard Gere, Juliette Binoche, Flora Cross, Max Minghella, Kate Bosworth, Corey Fischer, Kathy McGraw, Alisha Mullally y Angie Ruiz.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 104 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 05/01/2006.
Puntaje: 2 (dos)