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sábado, 23 noviembre 2024
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Crónica de una fuga: Retrato del horror

Por Emiliano Fernández

La carrera del uruguayo Adrián Caetano comenzó en 1997 cuando co-dirigió junto a Bruno Stagnaro la muy influyente Pizza, Birra, Faso, uno de los primeros films de quiebre con respecto a lo que hasta ese momento era un cine nacional bastante repetitivo y mediocre. Rápidamente el joven director se convirtió en una de las figuras más importantes de lo que se dio en llamar “nuevo cine argentino”. La aparición de su segundo largo, Bolivia, en el 2001, confirmó su talento para retratar personajes marginales y expulsados por la sociedad. Imprevistamente todo dio un giro cuando se estrenó su tercer film, Un oso Rojo (2002), volcado hacia el género policial y alejado de ese neorrealismo a la argentina característico de sus dos primeras películas. Ante nosotros tenemos su cuarto largo, que se estrena luego de sus exitosas intervenciones televisivas (Tumberos del 2002 y Disputas del 2003). Crónica de una fuga viene a continuar ese nuevo camino que abrió Un oso Rojo, uno más cercano al cine de género pero sin perder una muy fuerte connotación testimonial y social, abierta al retrato descarnado de una sociedad argentina fragmentada, salvaje e impiadosa.

Basado en una historia real, el film narra la odisea del único grupo de detenidos que pudo escapar de uno de los centros clandestinos de detención del autoproclamado Proceso de Reorganización Nacional. En 1977, un “grupo de tareas” secuestra a Claudio Tamburrini (Rodrigo De la Serna), el por entonces arquero del club Almagro, y lo traslada a la Mansión Seré, una vieja casona aristocrática del barrio de Morón comandada por el represor “Huguito” (Pablo Echarri). Allí lo someten a numerosas torturas físicas y psicológicas para que delate a conocidos, amigos y/o familiares que participen en “actividades terroristas” o algo que se le parezca. A los castigos, humillaciones y vejaciones que aplican los militares y los policías se les suman la esclavitud, los robos y las constantes amenazas. Claudio, de a poco, trabará relación con otros tres detenidos: Guillermo (Nazareno Casero), el Vasco (Matías Marmorato) y el Gallego (Lautaro Delgado). El primero será el que tendrá la idea de fugarse y convencerá lentamente a los otros cuatro de intentar escapar hacia la libertad.

Suerte de thriller testimonial mezclado con film de escape, Crónica de una fuga cumple sumariamente en lo que respecta a los rubros técnicos, como viene siendo por suerte un standard en la televisión y el cine nacional desde los `90. Las actuaciones son también muy buenas, destacándose por sobre todas la de Rodrigo De la Serna, un gran actor que aporta profundidad y brillo a un personaje que se presta en demasía a la sobreactuación. Ahora bien, si de sobreactuación hablamos, un verdadero adicto a ella es Pablo Echarri, generalmente un pésimo actor que casi siempre demuestra tener serios problemas para construir un personaje creíble, o por lo menos interesante. Por suerte, en esta película baja los decibeles con respecto a sus composiciones habituales y entrega un represor bigotudo pasable, más o menos contenido en su pretensión de ser siniestro y perverso.

Caetano entrega una película austera que denuncia el sadismo y la crueldad de las Fuerzas Armadas que gobernaron al país durante el periodo 1976/1983. Esta cleptocracia improvisada secuestraba a cualquier posible opositor político, lo sometía a reclusiones clandestinas en terribles campos de concentración y le desvalijaba su casa y todo lo que la pobre víctima tuviera de valor. Los grupos comandos casi siempre actuaban a la vista de todo el mundo (“los cobardes van en patota”, se escucha en el film), confiados en la impunidad garantizada por la apatía y el conformismo de toda una sociedad cómplice del horror.

En ocasión del estreno de Garage Olimpo (1999), un film también sobre el secuestro y la tortura implementadas por la dictadura militar, su director Marco Bechis comentó que consideraba de mal gusto mostrar las torturas en pantalla. Definitivamente Caetano opina lo mismo ya que no muestra los tormentos con la “picana”, aunque le resulta inevitable registrar las torturas más psicológicas basadas en un constante recordar a los prisioneros su cercanía con respecto a la muerte (así vamos viendo que la vida militar se basa en gritos, humillaciones, machismo infantil y falsa camaradería). A diferencia de Garage Olimpo, una película mucho más reflexiva y contemplativa, Crónica de una fuga respeta todos los mecanismos clásicos del thriller, planteando una historia de resistencia y dignidad de la forma más entretenida y masiva posible. El mayor éxito del film pasa por la minuciosidad de un guión súper aceitado que retrata en toda su crudeza el horror del encierro clandestino, ajeno a la justicia ordinaria. La pequeña victoria que relata el film es la excepción que confirma la terrible regla del exterminio social llevado a cabo por los asesinos y torturadores, un exterminio fácilmente comparable al implementado por el nazismo.

Título: Crónica de una fuga.
Título Original: Idem.
Dirección: Israel Adrián Caetano.
Intérpretes: Rodrigo de la Serna, Pablo Echarri, Nazareno Casero, Matías Marmorato, Lautaro Delgado, Diego Alonso Gómez, Martín Urruty, Susana Pampín, Micaela Vázquez, Julián Krakov.
Género: Crimen, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 13 años con reservas.
Duración: 103 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 27/04/2006.

Puntaje: 7 (siete)

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