Por Pablo Arahuete
De reencuentros y oportunidades que se pierden con el paso del tiempo hablan Wim Wenders y Sam Shepard (coguionista) en La búsqueda, último opus del realizador alemán. Ficción y realidad se cruzan en esta suerte de operativo retorno revestido de cierta mirada melancólica y con una fuerte carga de sentimentalismo. Por un lado, el film sella el reencuentro de la sociedad creativa Wenders- Shepard, cuyo origen se remonta a París, Texas (1984), también escrita por Shepard, quizá uno de los mejores trabajos del director de Las alas del deseo.
Si bien en esta nueva incursión aparece el ingrediente de la road movie, el desierto americano y las encrucijadas existenciales, lejos de avanzar por caminos desconocidos la propuesta de Wenders adopta un criterio de estancamiento, o quietismo al refugiarse en una remanida historia.
Un decadente astro del western huye del set de filmación hacia la casa de su madre tras treinta años de ausencia. Allí se entera de que tiene un hijo. Ese es el único itinerario trazado para el protagonista Howard Spence (Sam Shepard), quien decide conocer a su descendiente y por jugarretas del destino encuentra un viejo amor que se cansó de esperarlo: Dorren (Jessica Lange), una camarera que había engrosado su lista de conquistas sexuales en el pasado. Pero Howard -como dice el refrán- vuelve sin que lo llamen y su ausencia ha dejado sus grietas como el peso de una vida de excesos con cocaína y mujeres. Viñetas que su anciana madre (Eva Marie Saint) recortó de las revistas y conserva como si fuesen fotos. Imágenes añejas y anacrónicas que la cámara de Wim Wenders intenta recuperar con la misma parsimonia y falta de timing que su protagonista.
Un Wenders achanchado, reiterativo, que parece regodearse con el espejismo de Hollywood y su autorreferencialidad asfixiante. Así, el constante coqueteo con un género ya gastado como el western se muestra sin una pizca de reinvención. Y si de oportunidades perdidas se trata, La búsqueda representaba la posibilidad de despegarse de la chatura de sus últimas obras como la elemental Million dollar hotel, donde la extravagancia no subsanaba la idiotez. Sin embargo, el director de Alicia en las ciudades parece haber tomado esta reunión cumbre con Sam Shepard como una charla postergada por los avatares del tiempo, época en que hacía filmes intensos.
Ser intenso no significa sobreexponer a sus criaturas al borde del ridículo como sucede con el insoportable Gabriel Mann en su rol de hijo abandonado o Lange (a la sazón actual esposa de Shepard) que arrastra las frases con la infausta tarea de darle visos de profundidad a diálogos de admirable cursilería.
Palabras, imágenes y el recuerdo nostálgico de un realizador que hace rato se quedó quieto añorando el deseo de volver a hacer cine y recuperar las alas para echarse a volar.
Título: La búsqueda.
Título Original: Don’t Come Knocking.
Dirección: Wim Wenders.
Intérpretes: Sam Shepard, Jessica Lange, Tim Roth, Sarah Polley, Gabriel Mann, Fairuza Balk, Eva Marie Saint, Marley Shelton y George Kennedy.
Género: Drama, Música.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 122 minutos.
Origen: Reino Unido/ Francia/ EE.UU./ Alemania.
Año de realización: 2018.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 25/05/2006.
Puntaje: 4 (cuatro)