Y nos siguen llegando películas sustentadas en hechos supuestamente reales. Por lo visto ya no es suficiente con aclararlo mediante un cartelito sino que ahora directamente forma parte del título. En busca de un sueño, opera prima de John Gatins, es lo que en la jerga de la industria se denomina como una crowd-pleaser. Es decir, un producto pensado para que el gran público se identifique y emocione con los personajes sin que importe demasiado la verosimilitud de las acciones. Detrás de la condescendencia siempre hay una intención moralizante disfrazada de fábula y mucho más en relatos como este donde los protagonistas son niños y/o animales. Los adultos generalmente se muestran bastante ineptos para comprender la realidad infantil y en el final aprenden una lección de vida que los redime de sus defectos. En resumen, una quimera absoluta.
La ficción guionada por el propio Gatins transcurre en Lexington, Kentucky, donde el entrenador y cuidador de caballos Ben Crane (Kurt Russell) trabaja para el acaudalado señor Palmer (David Morse) preparando para la alta competencia a su potranca Soñadora (Dreamer). Tras recomendarle infructuosamente a su jefe que retire de una carrera al pura sangre por precaución ocurre lo peor: fractura de una pata y la intención de Palmer de sacrificarlo para ahorrarle el dolor y no continuar invirtiendo más dinero cuando es casi imposible que vuelva a correr. Ante la presencia expectante de su hija Cale (Dakota Fanning, ya grandecita a sus 12 años) Ben decide darle una oportunidad a Soñadora por lo que se enfrenta a Palmer quien sin dudarlo lo despide. Como parte de su indemnización Ben negocia que le entregue la yegua para trasladarla a su empobrecida granja y curarla. Palmer acepta y Crane empieza el largo proceso para que Soñadora vuelva a ser la que fue con la ayuda y el apoyo de Cale, su mujer Lily (Elisabeth Shue, de mejor aspecto que en algunas películas recientes), su padre Pop (Kris Kristofferson) y sus colaboradores mexicanos Balon (Luis Guzmán) y Manolín (Freddy Rodríguez). En principio la idea es cruzar a Soñadora con un semental y vender al potrillo para recuperar los gastos pero cuando se descubre que es infértil cambian los planes a la fuerza y el objetivo pasa a ser… la Copa Criadores (la más importante de los Estados Unidos). ¡Epa!, ¿no será mucho? ¿Y los 120.000 dólares necesarios para inscribir al caballo en esa competición? Obvio: de algún lado van a salir porque en caso contrario estaríamos viendo otra obra. Esto es así y no hay pataleo que sirva para modificarlo.
Más allá de la pericia técnica o el oficio de Gatins, apenas correcto, son las actuaciones de Dakota Fanning y Kurt Russell el corazón de En busca de un sueño. Ella es un prodigio de expresividad y se desempeña con una naturalidad absoluta ablandando al más duro de los mortales con una simple sonrisa o un mohín al pasar. Russell, en cambio, apela a sus muchos recursos demostrando una vez más que es uno de los actores más completos de su generación, tan cómodo en la acción como en la comedia o el drama. Su Ben Crane está compuesto con pequeños gestos y mucha interioridad emocionando legítimamente en más de una escena (por ejemplo cuando lee el cuento de su hija en la reunión de padres).
Aún con su carga de clichés la visión de esta película junto a hijos, nietos o sobrinos no va a causar ningún daño siempre y cuando se les aclare que en la vida real, por desgracia, las cosas son muy diferentes y no suelen terminar de color de rosa. Esa es la magia -¿o la mentira?- del cine.
Título: En busca de un sueño.
Título Original: Dreamer: Inspired by a True Story.
Dirección: John Gatins.
Intérpretes: Kurt Russell, Dakota Fanning, Kris Kristofferson, Elisabeth Shue, David Morse, Freddy Rodriguez, Luis Guzmán y Oded Fehr.
Género: Drama, Familiar, Deporte.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 106 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 08/06/2006.
Puntaje: 6 (seis)