Guionista galardonado con un Oscar por Barrio Chino (1974), el ahora septuagenario Robert Towne se destacó en la década del setenta por su enorme aporte a películas como Shampoo y El último deber por no mencionar su trabajo como script doctor (retocó los guiones de Bonnie & Clyde, El padrino, El cielo puede esperar, Asesinos S.A. o Búsqueda frenética entre muchos otros) que solucionó -o intentó hacerlo- problemas inherentes a los vicios personales que arrastra cualquier escritor por más oficio que tenga impidiendo que se alcancen los resultados esperados por los productores (muy relativo porque nadie puede vanagloriarse de saber, en teoría, cuándo un guion está lo suficientemente “cocido” más que el propio autor… a menos que se trate de un encargo lo cual también es factible). Si bien nunca volvió a arañar la perfección como en aquél memorable film de Roman Polanski, el entrañable amigo de Jack Nicholson (con el que suele compartir plateas para ver a Los Angeles Lakers, su equipo de básquet favorito) siguió escribiendo para la industria y dándose el gusto, cada tanto, de dirigir un proyecto propio. Su acotada filmografía está integrada por los dramas deportivos Personal best (1982) y Whithout limits (1998), el thriller romántico Traición al amanecer (Tequila Sunrise, 1988) y su esfuerzo más reciente -producido por Tom Cruise para la misma Paramount Pictures que acaba de romper el contrato que los ligaba desde hace unos cuantos años debido al extraño comportamiento mediático del popular actor de Misión: Imposible-, la recién estrenada Pregúntale al viento. Un melodrama visualmente brillante pero también un fallido intento de insuflarle vida a un género que los estadounidenses dominaron como pocos.
Analogía culinaria mediante, podría decirse que Pregúntale al viento es como uno de esos platillos primorosamente decorados por el chef que con sólo verlo ya seduce al comensal. De ahí que sea mucho más frustrante cuando al primer bocado nos damos cuenta que fuimos estafados por algo que vende desde la estética pero que carece del más mínimo sabor. La película protagonizada por Colin Farell -a quien sus detractores le dan sin asco sea cual fuere el nivel de su interpretación… que en esta oportunidad es realmente buena- y Salma Hayek peca de fría y exterior en su descripción de la vida de dos seres conflictuados en los barrios bajos de L.A. durante la Gran Depresión. Si nunca nos creemos lo que pasa en la pantalla (lo cual confirma que siempre es más sencillo ver la paja en el ojo ajeno: al script doctor se le escapó la tortuga) es por el simple motivo de que emocionalmente no nos sentimos identificados con nadie (excepto quizás el excéntrico personaje de Idina Menzel que ilumina todas las escenas en las que interviene… penosamente muy pocas) por lo que cuando la trama entra en tema a fondo ya es demasiado tarde. El cartelito del final se ve venir con tanta claridad como los pachorrientos giros de la historia.
Rica en ambientación, majestuosa pictóricamente (lo cual no llama la atención estando el maestro Caleb Deschanel como director de fotografía) y musicalizada con un gusto exquisito, Pregúntale al viento falla en lo que debería haber sido su prioridad: volver verosímil la relación entre dos seres solitarios, amargados por los golpes de la vida, que la pelean como pueden para salir adelante. Que él sea un escritor es anecdótico más allá de que Towne lo aproveche para dar rienda suelta a una carga literaria que se justifica en el libro de John Fante en el que está basado pero jamás en una obra audiovisual.
Por otra parte, ¿cómo pretende Towne que soslayemos un contexto histórico obviamente tergiversado en el que la pobreza material presenta un estilo tan irreal como cool? Ridículo como el miserable papel que le reservaron al gran Donald Sutherland (¡pobre hombre!).
Por los motivos citados, Ask the dust es indudablemente bella y distrae la vista aunque no engaña al intelecto (no comemos vidrio, che). Un diez en forma y un cero en contenido. Si a alguien le sirve…
Título: Pregúntale al viento.
Título Original: Ask the dust.
Dirección: Robert Towne.
Intérpretes: Colin Farrell, Salma Hayek, Donald Sutherland, Eileen Atkins, Idina Menzel, Justin Kirk, Dion Basco, Jeremy Crutchley y Ronald France.
Género: Basada en novela, Drama de época, Romance.
Clasificación: No suministrado.
Duración: 117 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 24/08/2006.
Puntaje: 4 (cuatro)