La última víctima parece haber sido concebida como una curiosa -no necesariamente convincente- cruza del film Rumores (Davis Guggenheim; 2000) con Leyenda urbana (Jamie Blanks; 1998). Comparten el mismo ambiente estudiantil y una premisa similar que el realizador debutante Jeff Wadlow ni se molestó en ocultar. Lo que sí se extraña de esos dos títulos, por otra parte absolutamente mediocres, es la certeza de saber lo que se quiere contar. Wadlow navega por aguas conocidas sin comprometerse mucho en la narración. ¿Es Cry_wolf un thriller, una de terror o una simple estudiantina con algunas vueltas de tuerca más o menos dramáticas? Si no queda claro es porque su director no se la juega en ningún momento.
A una high school medio paqueta y aislada del mundo llega el descarriado Owen (Julian Morris), estudiante con un amplio prontuario escolar -que incluye expulsiones varias debido a su espíritu rebelde pero que suele salir impune por ser el hijo de un papi todopoderoso- que se enamora a primera vista de la cerebral y manipuladora pelirroja Dodger (la canadiense Lindy Booth que representa los diecisiete años requeridos para el papel cuando en verdad “acusa” una década más: impresionante aunque no tanto como la Alison Lohman de Los tramposos) quien lo integra de prepo a su barrita de amigos (que incluye al muy activo Jared Padalecki -visto recientemente en la remake de El vuelo del Fénix, así como en La casa de cera y en esa calamitosa serie producida por la Warner que es Supernatural– y a la desconocida pero hermosísima y escultural morocha Sandra McCoy), la cual suele reunirse solapadamente en la capilla de la institución para pasar el rato y jugar a “lobos y corderos”. El juego consiste en tratar de identificar al “lobo” del grupo -elegido por el organizador que es el único en conocer su identidad- mediante artilugios dialécticos. Esta idiotez galopante inspira a Dodger a inventar un asesino (el lobo) y a hacer partícipes del juego -sin que ellos lo sepan, desde ya- a todos los estudiantes del colegio enviando masivamente un falso mail donde se advierte de la presencia de un psicópata en el lugar. El Lobo no tarda en materializarse y las muertes empiezan a sucederse para desesperación de Dodger, Owen y compañía. Original, ¿no?
Pese a sus serias limitaciones La última víctima no carece de valor como entretenimiento. Hay escenas de tensión bien logradas aunque las hemos visto hasta el hartazgo en muchas otras películas. El problema es que no sé a qué público recomendársela cuando la trama coquetea descaradamente con varios géneros muy diferentes entre sí sin decidirse del todo por ninguno. Cerca del final una aproximación a la divertida Día de los inocentes (Fred Walton; 1986) podría haber echado algo de luz sobre esta indecisión… hasta que la módica sorpresa del desenlace nos deja igual o peor que antes.
Superflua y fútil como es, La última víctima puede enorgullecerse de ser la película en la que mejor se lo ha visto “interpretativamente” al caradura del soft rocker Jon Bon Jovi. ¿Tan poco hay para decir? Y… sí. Jeff Wadlow ha hecho un numerito de magia barato: nada por aquí y nada por allá.
Eso: nada.
Título: La última víctima.
Título Original: Cry_Wolf.
Dirección: Jeff Wadlow.
Intérpretes: Julian Morris, Lindy Booth, Jared Padalecki, Jon Bon Jovi, Sandra McCoy, Kristy Wu, Jesse Janzen, Paul James, Anna Deavere Smith, Ethan Cohn y Gary Cole.
Género: Thriller, Terror.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 90 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 31/08/2006.
Puntaje: 5 (cinco)