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martes, 3 diciembre 2024
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La Masacre de Texas: El Inicio: Sadismo y sangre a granel

Para ampliar un poco los conceptos vertidos en mi nota de El juego del miedo III voy a enunciar una muerte que se veía venir desde hace rato –a tono con la temática imperante, es un deceso traumático, con vísceras al aire y demás condimentos mórbidos-: la del terror cinematográfico. Se sabe que a diferencia del horror, que se basa en lo explícito, el terror es un espanto que se hace carne en uno por obra y gracia de la sugestión que inflama la imaginación muchísimo más que un paseo guiado por la carnicería de turno como sucede en el 99% de las películas producidas en la actualidad. La masacre de Texas: El Inicio (desde aquí LMT:EI) ya desde el tráiler prometía expandir los borrosos límites que su inmediata antecesora, realizada en 2003 por el esteta de la imagen Marcus Nispel, impuso como un estándar dentro de la vertiente del gore. Y aclaro: si son borrosos es por la influencia de la censura yanqui que no tiene pruritos en meter tijeretazos para bajar un poco las revoluciones. Pues bien, la promesa fue cumplida con creces. LMT:EI no escatima efectos sangrientos ni torturas escalofriantes para golpear la sensibilidad del espectador que debe entrar prevenido a la sala para no largar los fideos del almuerzo sobre la humanidad de nadie. Y no es una exageración.

Tal como lo anticipa su título, el film del sudafricano Jonathan Liebesman (director de la mediocre Darkness Falls que aquí se estrenó en video como En la oscuridad de la noche) es una precuela destinada a revelar los orígenes de Leatherface, un asesino tan brutal como iconográfico que viene sacudiendo entusiastamente la motosierra desde su aparición en The Texas Chainsaw Massacre, la obra maestra de Tobe Hooper rodada en 1974 –y que, recordemos, dio pie a cinco secuelas desparejísimas y absolutamente innecesarias todas… incluyendo la que motiva estas líneas-. El reparo que le encuentro a la idea reside en lo fortuito que ésta resulta porque pasados los quince minutos de proyección nos topamos con el viejo Leatherface de siempre. Por lo que se hace evidente que los productores, entre los cuales se encuentra además de Hooper y su antiguo socio Kim Henkel el vilipendiado Michael Bay (quien le ha dado un mal nombre al oficio de cineasta con antecedentes en la industria musical), no se exprimieron mucho el cerebro para buscar una excusa que les permita continuar con la franquicia. Amparados en un criterio comercial tan chapucero no extraña que la película haga agua por todos lados. Con el efectismo de sus sórdidas escenas es posible que se revuelva el estómago del público por un una hora y media pero tras dejar atrás esa andanada ininterrumpida de agresiones ultraviolentas –en la cual el diseño sonoro juega un papel clave aunque no impresione precisamente por su sutileza- no queda nada de interés en el balance final. Cero argumento, cero inspiración, cero vergüenza por el producto altamente especulativo que se ofrece.

Decía hace un par de semanas que si algo destacaba de la saga de El juego del miedo era la inteligencia de sus tramas y el ingenio para atrapar con recursos que no dependen exclusivamente de las truculencias de rigor. LMT:EI es la antítesis en todo de esa trilogía. Brutalidad sin sentido al servicio de un estímulo audiovisual que funciona como tal siempre y cuando dejemos de lado la pretensión de ver una historia que nos sorprenda por la habilidad con que fue escrita y narrada. Siendo una precuela huelga señalar que, excepto la familia de los locos caníbales, los personajes cumplen con su único propósito dramático: morir de la forma más sádica e impiadosa que la afiebrada mente del guionista pueda concebir.

Estimados lectores: están advertidos.

Título: La Masacre de Texas: El Inicio.
Título Original: The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning.
Dirección: Jonathan Liebesman.
Intérpretes: Jordana Brewster, Andrew Bryniarski, R. Lee Ermey, Taylor Handley, Matt Bomer, Diora Baird, Marietta Marich, Terrence Evans, Lee Tergesen.
Género: Terror.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 91 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 16/11/2006.

Puntaje: 5 (cinco)

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