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jueves, 21 noviembre 2024
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Como mariposas en la luz: Entre dos aguas

Por Luis Pietragalla

Aciertos y desaciertos tiene esta interesante película del promisorio debutante en el largo Diego Yaker. Da la impresión de que su talento para manejar actores, situaciones, evitar estereotipos y aplicar capacidad de síntesis necesita aún más fogueo en el (difícil) oficio de filmar; pero también es cierto que esto se puede afirmar porque hay muchos buenos momentos en la película.

En plena crisis de 2001, en Mar del Plata, ciudad que registraba los mayores índices de desempleo del país, dos jóvenes -de una clase media que conoció mejores tiempos y que fueron preparados para otro tipo de vida- tienen un único proyecto: irse del país a un lugar que les dé oportunidades de progreso. ¿Qué oportunidades buscan? Sólo las económicas; por allí pasan todos su anhelos; son motivación y meta al mismo tiempo.

En una clara escena del comienzo, mientras uno de ellos exige a un cliente que le pague los pocos pesos que le debe, el otro roba unas golosinas (cosa que antes también había hecho el primero); esta síntesis marcará mucho de lo que le va a suceder.

Hombre lobo del hombre, los argentinos parecerían cumplir ese dicho. Los valores de ambos son endebles y sus ‘travesuras’ autojustificadas; hay poca conciencia del delito y del valor del otro; además, la década del noventa les pasó por encima anulándoles gran parte de su conciencia solidaria y social: el ‘sálvese quien pueda’ es su ideología. La vida familiar no es mejor: hermano y hermana viven puteándose (literalmente). El afecto aparece poco en la vida de los personajes, sólo cuando están en el límite.

Este planteamiento de trama no es menor ni es casual; no le salió a Yeker de casualidad. Capacidad y conocimientos tuvieron que ser puestos en juego para llevarlo a cabo. Pero muchas de esas virtudes no son desarrolladas ni profundizadas, por lo que pasan a ser naturalistas (el mero exterior) y no realistas (la búsqueda de las causas). Entonces la puteada queda en puteada y no mucho más.

Aunque es capaz de evitar caídas groseras y resuelve con inteligencia y economía de recursos situaciones difíciles (casi toda la parte del exilio catalán es un buen ejemplo, así como la relación del protagonista con la mucama boliviana y la dignidad de ella). En cambio, otras situaciones suenan forzadas: la necesidad de ponerle al relato un final ‘que cierre’; lo exterior de la carpa de los desocupados, seguramente por falta de desarrollo; situaciones truncas, como la del ‘triángulo’ de los tres mayores; la burda alegoría de las mariposas (por añadidura, con una remera tirada a la luz donde ellas revolotean, que mágicamente se acomoda en la lámpara).

No obstante, buen comienzo. Ojalá que pronto podamos ver la segunda obra de este nuevo director (por el momento, mejor realizador que guionista, ya que la mayoría de los problemas son del libro, aunque también alguno de sus mejores logros).

Y el que filme y diga ‘a mí no puede pasarme’, que tire la primera mariposa.

Título: Como mariposas en la luz.
Título Original: Idem.
Dirección: Diego Yaker.
Intérpretes: Lucas Ferraro, Lidia Catalano, Cristina Brondo, Pepe Novoa, Atilio Pozzobon, Lluís Soler, Josefina Viton, Luis Ziembrowski, Lourdes Barba.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 106 minutos.
Origen: España/ Argentina.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Independiente.
Fecha de Estreno: 14/12/2006.

Puntaje: 5 (cinco)

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