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jueves, 21 noviembre 2024
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Sueños de gloria: Rápido pero no furioso

Por Pablo E. Arahuete

El riesgo es el mejor condimento de la vida y el peligro le da su sentido-. Esta frase resulta mucho más real en la boca del neozelandés Burt Munro, quien hizo de la premisa una filosofía de vida tal que le permitió batir nueve veces el récord de velocidad en motos de poca cilindrada. De su natal Invercargill (un pueblo remoto donde el viejo Burt acondicionaba su antigualla de metal con la que desafiaba a cualquier motoquero y soportaba las burlas de los más jovencitos) hasta las pistas de Utah en EE.UU, el abnegado y perseverante anciano supo ganarse el respeto de sus colegas por su osadía y entusiasmo arrollador. Esa rara combinación de voluntad y audacia; el molde perfecto del inventor loco que le juega un mano a mano a las leyes naturales fueron suficientes cartas de presentación para que el director australiano Roger Donaldson lo retratara. En un documental primero y luego en este film que se aparta del “biopic” tradicional.

Es muy difícil condensar en la pantalla el derrotero de una vida cuando el repaso cronológico se descarta y el rejunte de situaciones relevantes no es más que anecdótico. Y mucho peor si se entroniza a la persona sin mostrar sus contradicciones, debilidades y secretos. Sueños de gloria (título que no dice nada) esquiva las convenciones y asume desde el vamos su fascinación incondicional por su protagonista, que en la piel de Sir Anthony Hopkins se vuelve irresistiblemente entrañable por su espíritu, humor y humildad.

No sería descabellado pensar que la vida de Burt Munro estuvo signada por un sólo anhelo que recién en el último tramo de su existencia pudo cumplir: llegar con su vieja moto indian a las salinas de Utah y superar el récord de velocidad. Para eso dedicó su tiempo y la remodeló con corchos, tuercas y materiales livianos a fin de quitarle peso, y expuso el cuerpo cada vez que pasaba los 300 Km/h sin ninguna protección.

¿Para qué quiero un paracaídas si no tengo intenciones de saltar?-, retruca el paciente Burt a los organizadores de la muestra tras rechazar su participación en la carrera. No entiende de burocracia ni reglamentos, tampoco de las advertencias médicas sobre su condición cardíaca. Él pretende correr luego de un largo viaje en barco desde su pueblo que lo vio partir con una sonrisa y los ojos brillantes. Los mismos que dejan entrar al viento cuando la velocidad alimenta su espíritu con lo imposible y, por un instante, lo hace inmortal.

El director de Sin salida capta esa sensación y sin segundas intenciones logra plasmar en un plano un momento de verdad, un arrebato al tiempo que se diluye cuando la imagen funde a negro. Así, la hazaña mundial se cristaliza en una cifra y el nombre de un loco se bate a duelo con el olvido.

Título: Sueños de gloria.
Título Original: The World’s Fastest Indian.
Dirección: Roger Donaldson.
Intérpretes: Anthony Hopkins, Bruce Greenwood, Diane Ladd, Paul Rodriguez, Aaron Murphy, Annie Whittle y Walton Goggins.
Género: Biopic, Drama, Deportes.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 127 minutos.
Origen: Nueva Zelanda/ Japón/ EE.UU.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Telexcel/Impacto Cine.
Fecha de Estreno: 28/12/2006.

Puntaje: 7 (siete)

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