Con Los ojos del mal los ejecutivos de la World Wrestling Federation (WWF) pretendieron lanzar la carrera cinematográfica de su estrella Kane (Glen Jacobs). No lo lograron y tras ver el filme queda en evidencia el motivo: el tipo será un fenómeno para la lucha libre pero actuando es un queso total. Se sabe que en Estados Unidos este estilo de show provoca picos de ratings insólitos por lo que la explotación del negocio ha convertido en multimillonario a su principal accionista, Vince McMahon. Dwayne “The Rock” Johnson, que además de tener cierta idea sobre la actuación ha demostrado ser por demás carismático, se dio a conocer en uno de sus programas y llegó a la celebridad gracias a él. McMahon le produjo El Rey Escorpión y El tesoro del Amazonas, dos películas de aventuras apenas correctitas pero que realmente permitieron el lucimiento de su protagonista. No puede decirse lo mismo de los proyectos concebidos para otros luchadores surgidos de la WWF como John Cena (The Marine) o “Stone Cold” Steve Austin (la inminente The condemned: con ver el tráiler alcanza y sobra para bajarle el pulgar). A diferencia de todos estos títulos, más vinculados con la acción, Los ojos del mal se enrola decididamente en el género de terror. Y con un director absolutamente atípico: Gregory Dark.
En la década del ’80, Gregory y Walter Dark (en verdad Gregory Hippolyte Brown y Walter Gernert) conformaron una dupla creativa que hizo historia en la industria porno. Ellos eran, simplemente, los terribles Dark Bros. Nadie como este dúo –Gregory dirigiendo y Walter en la producción- se animó a tanto. Sus filmes eran los más fuertes, alocados y pervertidos de la época y ayudaron a cimentar la fama de algunas de las actrices más destacadas de ese tiempo como Traci Lords (quien, recordemos, hizo toda su carrera siendo menor de edad tras falsificar su partida de nacimiento), Ginger Lynn o la malograda Savannah. Gregory Dark alternó su trabajo en las populares sagas New wave hookers, Between the chicks o The devil in Miss Jones (sólo a partir de la tercera parte) con algunos thrillers clase Z como Dead Man Walking, Street Asylum o Mirror Images. La contratación de este voyeur delirante para realizar See no evil sólo podía significar dos cosas: o cobra muy barato o para variar los productores se la estaban jugando por hacer algo distinto. Pues bien, confirmo que no es lo segundo. Excepto en un par de ocasiones muy puntuales la imaginación de Dark queda soterrada por un guión falto de ideas y con una premisa tan improbable como para reunir en un hotel ruinoso a varios presos de ambos sexos en una experiencia piloto bajo la sola supervisión de dos policías (!).
Se supone que por cada fin de semana que el recluso pase en el añoso hotel limpiando para transformarlo en un refugio de personas en situación de calle, se le va a descontar un mes de su condena (desde luego que las preciosas chicas y los musculosos chicos son sólo almas descarriadas y fueron detenidos por delitos llamémosle menores). Lo que nadie sospecha es que en el lugar acecha un asesino monstruoso que arrastra sus traumas de la infancia y los cuerpos de sus víctimas con una cadena que termina en un gancho. Y cuyo hobby principal, además de espiar a las niñas cuando se bañan –a esta altura un clásico masturbatorio del género-, es coleccionar ojos humanos.
Luego de un breve y contundente prólogo –nadie se atreverá a acusar a Dark de sutil en el uso de la cámara-, la película presenta a los personajes, los sitúa en un ambiente adecuado para sus intenciones –mugroso, opresivo, asqueroso- y empieza la masacre con, eso sí, un ritmo que nunca decae. Mal actuada en general, especialmente por Kane que provoca más repulsión que miedo, Los ojos del mal despliega con bríos su numerito sanguinolento en los 84 escasos minutos que dura. Esto último, en definitiva, es su mayor mérito.
Título: Los ojos del mal.
Título original: See No Evil.
Dirección: Gregory Dark.
Intérpretes: Glen Jacobs, Craig Horner, Tiffany Lamb, Penny McNamee, Samantha Noble, Matthew Okine, Michael J. Pagan, Luke Pegler, Cecily Polson, Rachael Taylor, Christina Vidal, Steven Vidler y Michael Wilder.
Género: Horror.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 84 minutos.
Origen: EE.UU./ Australia.
Año de producción: 2006.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de estreno: 22/02/2007.
Puntaje: 4 (cuatro)