Por Emiliano Fernández
Cuentan las malas lenguas que Steven Soderbergh encaró la realización de Ahora son 13 luego de leer los comentarios que recibió La nueva gran estafa, la anterior y segunda entrada de la serie iniciada en el 2001 con la remake de un film de 1960 protagonizado por el Rat Pack, La gran estafa. Tantas ganas tenía de contradecir las duras críticas que con sólo un par de llamados telefónicos se aseguró otra vez este elenco standard de amigotes hollywoodenses. Pero no hay caso… nuevamente estamos ante una película vacía por donde se la mire y tan elemental que termina hastiando sin remedio.
En esta oportunidad la excusa para atracar otro casino pasa por la venganza. El malo súper malo Willie Bank (Al Pacino) engaña a su socio Reuben Tishkoff (Elliott Gould) con el único fin de quedarse con el lujoso complejo de juegos que ambos construyeron. A pesar del infarto que le provoca la traición, el personaje de Gould sobrevive. La banda de Danny Ocean (George Clooney) no se queda en el molde frente a este ataque contra uno de los suyos, por lo que sale en bloque a cobrarse la atención y por supuesto desvalijar hasta dejar en la ruina al villano de turno. El resto del film está sustentado en las posibilidades que abre esta trama: burbujas, acción y pequeños detalles en color.
Más que un exponente del policial canchero o el thriller de afanos fashion, Ahora son 13 es un mitín de ositos cariñosos del jet set. Es un improvisado y esquemático intento por justificar en un fin de semana de rodaje una serie de encuentros cordiales entre estos viejos compañeros del show business. Carente de toda pimienta y/o alguna clase de novedad, la película es tan previsible, derivativa y fofa que se desmadra desde el inicio y no puede constituirse ni siquiera en un entretenimiento liviano y pasatista, cansando con su estilo “Viva Las Vegas”.
Con respecto al elenco (prácticamente la razón excluyente para ver el film, si es que hay alguna), tampoco encontramos interpretaciones destacables. De hecho, este seleccionado de estrellas sólo consigue despejar las dudas acerca de cómo se verían en un mismo largo Al Pacino (haciendo de tano sacado como siempre), Matt Damon (actuando bien de a ratos), Andy García (muy lejos de aquella promesa de los `80), Brad Pitt (cumpliendo en lo suyo) y el gran George Clooney. Si no fuera por el carisma todo terreno de este último, la verdad que el barco más que hundirse se dirigiría sin escalas hacia una fosa abisal.
Sin lugar a dudas, Ahora son 13 es un despropósito unidimensional, una innecesaria continuación para una innecesaria remake de una película original que, desde el vamos, no valía la pena. Soderbergh demuestra otra vez que es un experto en combinar un cine monótono y llano -como este- con proyectos más personales e interesantes (basta con decir que actualmente está preparando un par de films sobre el “Che” Guevara…). Por otro lado, resulta graciosa y ridícula la tendencia tecnocrática del Hollywood actual, a la que Ahora son 13 adhiere con entusiasmo: está lleno de films en los que unos tipos re langas resuelven todos los males del planeta (o los provocan) apretando un par de botoncitos de una computadora o poniendo en funcionamiento vaya uno a saber qué juguetes electrónicos. Aquí Danny vuelve a contar con todos los contactos y la maquinaria indicada para el momento preciso. ¿Qué se le va a hacer?… estos muchachotes nunca van a tener suficiente dinero, drogas, balas y sexo.
Título: Ahora son 13.
Título Original: Ocean’s Thirteen.
Dirección: Steven Soderbergh.
Intérpretes: George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Al Pacino, Ellen Barkin, Andy García, Bernie Mac, Casey Affleck, Scott Caan, Elliott Gould, Shaobo Qin, Don Cheadle, Eddie Jemison, Scott L. Schwartz, Carl Reiner y Vincent Cassel.
Género: Thriller, Crimen.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 122 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 02/08/2007.
Puntaje: 3 (tres)
El staff opinó:
–Retornar a las fuentes a veces da buenos resultados como en esta tercera parte, mucho más consistente que la anterior pero igual de inverosímil y esquemática que la primera, donde Soderbergh debería haber parado– Pablo Arahuete (5 Puntos)
–A diferencia de La Nueva Gran Estafa, que era apenas una excusa -abominable- para rendir tributo al star system del Hollywood actual, esta tercera entrega de la saga recupera (o al menos lo intenta) el espíritu de la primera Gran Estafa y prioriza el entretenimiento por encima del vacío desfile de estrellas representándose a sí mismas. Aún así, no es una gran película, pero al menos manifiesta una leve conciencia sobre sus limitaciones y su lógico propósito cinematográfico– Juan Blanco (5 Puntos)