Quienes hayan visto los avances de Shoot ‘Em Up -rebautizada Matar o morir para el mercado local- seguramente la habrán catalogado mentalmente como un próximo estreno indigno de atención por varios motivos. Tras asistir a la proyección de este filme del ignoto cineasta Michael Davis queda claro que no se debe subestimar antes de tiempo. Las primeras en salir beneficiadas por el indudable efecto químico que produce la hiperbólica acción que atraviesa de punta a punta el relato son las mujeres. Aprovechen chicas: salimos del cine tan eufóricos que cualquier pedido que nos hagan sólo puede terminar en un enérgico ¡SÍ! Con un lanzamiento publicitario más apropiado podría haberse posicionado tranquilamente entre los títulos súper taquilleros del 2007. No fue así porque al parecer la gente de Distribution Company ignoraba la calidad del material que compraron. Ojalá el boca a boca del público logre darle la proyección comercial que la distribuidora coartó por desidia, ineficiencia o lo que fuere. Este año Matar o morir está destinada a ser, junto con Duro de matar 4.0 y Bourne: el ultimátum, esa gran obra de género que el fan aguarda con ansias y muy raramente se lleva a cabo. En buen criollo: un peliculón.
A Michael Davis se lo podrá acusar de muchas cosas pero la pereza profesional no es una de ellas. Desde un comienzo las influencias y los homenajes se superponen constantemente delatando el amor del realizador por el spaghetti western y el cómic desatado. El primerísimo primer plano con que abre la historia ya marca el fuerte tono cáustico que será una constante durante los alucinantes 86 minutos de metraje. En esa prematura imagen nuestro infatigable héroe amaga con apretar un cigarrito entre sus labios al estilo Clint Eastwood… sólo que en su lugar le pega un lento mordisco a una ¡zanahoria! Y váyanlo sabiendo, el hombre lleva unas cuantas encima. En cualquier otro film la presentación de semejante personaje hubiese requerido de una secuencia independiente de la línea argumental principal, en la cual pueda demostrar toda su capacidad para bajar muñecos sin agitarse ni transpirar la camiseta. Michael Davis no es de esos guionistas clasicistas y prefiere zambullirse de entrada en una trama alocada que enfrenta a Smith (un Clive Owen genial) con un asesino despiadado (Paul Giamatti, absolutamente sacado) que intenta matar a un bebé recién nacido. Tras rescatarlo y aliarse con una prosti de buen corazón (Monica Bellucci), Smith procura desentrañar el misterio que involucra a un importante político en plena campaña presidencial. La revelación carece de mucho sentido y desborda delirio por los cuatro costados, pero a esa altura quien diga sentirse defraudado por el rumbo que pega el guion puede colgarse al cuello un cartelito que rece la palabra MENTIROSO. ¿O acaso alguien mira estas películas por su argumento?
No faltará el espectador que asegure haberlo visto todo en materia de acción. Lo desafío a que no le encuentre al menos cuatro escenas nunca antes plasmadas sobre el celuloide en la historia de este bendito séptimo arte. Los fantasmas de John Woo (Hard Boiled, Contracara) y el formidable Johnnie To (Election, Exiled) rondan continuamente en unas coreografías imaginativas, bellas y desaforadas hasta la incredulidad. Desde Kill Bill que no recuerdo disfrutar tanto con un film violentamente tan gráfico. Como diría el cartel que computaba la cantidad de muertos en Hot Shots Part Deux (1993): “¡superó el récord de El vengador del futuro!”. Y sí, Smith los mata bien muertos.
Tan vehemente en su humor –negro- como en su nihilismo –sangriento-, Matar o morir propone con acierto una decodificación cool de los clichés más bastardeados del género. Para que lo asimilemos con ganas se le ha dado una forma de cóctel potente, irreverente y algo lisérgico servido por un tipo que en lo suyo demuestra maestría (siempre y cuando no le exijan sutilezas). Me encantaría volver a encontrarme con Smith en otra aventura. Estoy convencido de que a ustedes les pasará lo mismo.
Título: Matar o morir.
Título Original: Shoot ‘Em Up.
Dirección: Michael Davis.
Intérpretes: Clive Owen, Monica Bellucci, Paul Giamatti, Greg Bryk, Stephen McHattie, Ramona Pringle, Jane McLean, Julian Richings y David Ury.
Género: Acción, Comedia negra.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 86 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 18/10/2007.
Puntaje: 8 (ocho)
El staff opinó:
–Imposible tomársela en serio y no entregarse a un film que se burla de sí mismo con un Clive Owen escapado de Sin City, tres escalones por encima del nuevo Bond. Oda al exceso y al ingenio.– Pablo E. Arahuete (7 puntos)